Aprendió a leer solo y luego se hizo abogado



La historia de Cristian Onelvy Lara Jiménez, minusválido desde su infancia y ganador este año del Premio Nacional de la Juventud en el renglón “Trabajo Social”, revela un drama tan humano y de tanto valor personal, que parece salida de una de las tramas del cineasta William Wyler.

Cristian Jiménez, nacido el 9 de diciembre de 1979, está postrado en una silla de ruedas por los daños que la polio le causó, enfermedad que le inutilizó sus dos piernas, cuando apenas tenía siete meses de edad.



Ha tenido que vencer no sólo a ésta y otras enfermedades, sino obstáculos sociales para convertirse en un incansable trabajador social y comunitario, así como en un exitoso deportista que ha ganado más de 20 medallas de oro y graduarse de Derecho con los honores académicos de Summa Cum Laude.

Este muchacho azuano, mulato de 31 años, cuerpo menudo, de mirada limpia y pensamientos claros, que habla con mesura y claridad meridiana, nació y vive en el barrio La Bombita, uno de los sectores más empobrecidos de esta ciudad sureña.

En lugar de aceptar su condición física como un hándicap, se aferró con firmeza a sus deseos de superación, y en sólo seis años de estudios formales se alfabetizó por su propia cuenta, realizó sus estudios primarios, el bachillerato y posteriormente se hizo abogado.

Y, aunque su ingreso en la escuela básica fue rechazado en incontables ocasiones, no se dejó vencer por los directores de escuelas que veían en su discapacidad física un obstáculo intelectual para negarle su ingreso a sus salones de clases en reiteradas ocasiones.

Fuente: Listindiario.com