La Altagracia. Un equipo multidisciplinario de científicos y buzos de la Dominican Republic Espeleogical Society (DRSS, por sus siglas en inglés), encontraron una bacteria, hasta ahora “desconocida”, ubicada en las profundidades de una cueva de la zona este del país.

La bacteria se encuentra en el Manantial del Toro, a una profundidad de 40 pies y está esparcida en los muros de la cueva.



El equipo estuvo formado por la profesora Jennifer Macalady y su equipo de buzos Kenny Broad y Brian Kakuk. También por Cristian Pittaro, Dave Pratt, Robert Wurm, Victoria Alexandrova y Phillip Lehman, miembros de la DRSS, quienes trabajaron por siete días analizando varias cuevas de la zona este y de Santo Domingo.

La expedición estuvo financiada por el Instituto de Astrobiología de la NASA y por la DRSS.



Estudio

La astrobióloga de la Universidad de Pensilvania, Jennifer Macalady, hizo un análisis químico del agua de diferentes cuevas del Este y Santo Domingo, lo que ha permitido comprobar que la cueva del Manantial del Toro es diferente a las demás.

“Los componentes químicos del agua son diferentes a las otras cuevas que analicé.

El agua del Manantial de Toro no tiene mucho oxígeno en la superficie y en la parte profunda el oxígeno está totalmente ausente”, explicó Macalady, quien ha realizado varias investigaciones con soporte de la NASA.

La profesora dijo que el agua es aproximadamente 30% más salada que el agua de mar y ligeramente ácida.

Todavía se desconoce de qué realmente se alimenta la bacteria y cuál es su función dentro de la cueva.

“La bacteria consiste en pequeños microorganismos que se complementan y cobran la forma de un alga.

Tiene capas de diversos colores, de acuerdo al elemento químico que más predomina”, señaló la experta.

Debido a que no es muy común la ausencia de oxígeno en el agua, Macalady dijo que podría ser que habitara una especie de animal diferente u otra bacteria que se alimente de ella. Sin embargo, estas son sólo suposiciones, ya que no se pudo determinar de manera inmediata la importancia y la función de esta bacteria dentro la cueva.

Macalady recolectó muestras de la bacteria, así como de otros agentes que habitan en el Manantial del Toro, para hacerles un análisis de rigor y de esta forma determinar que tan especial podría ser esta bacteria y poder catalogarla como nueva especie.

“Yo voy a tomar el ADN de la bacteria para compararlo con los resultados que han dado investigaciones realizadas anteriormente a organismos que están supuestos a aparecer en una cueva. Intentaré reproducir la bacteria por medio de sus genes y ver a qué organismo se asemeja, así puedo encontrar su procedencia”, explicó.

Según su criterio, no cree que la bacteria sea un organismo dañino. El paso final de la investigación, según Macalady, es elaborar un informe en donde se publiquen los resultados de la investigación a través de una revista de ciencia de los Estados Unidos.

De: Listindiario.com