Un nuevo incidente ensombrece la trayectoria de la cantante Martha Heredia, quien luego de haber ganado el primer lugar del importante reality show internacional Latin American Idol, se ha visto envuelta en una serie de acontecimientos que no le han permitido desarrollar su potencial artístico, ni aprovechar el «boom» que le dio el concurso. Los inconvenientes han sido desde conflictos con los representantes del concurso, los promotores, los escándalos de sus desvaneos amorosos, accidentes fatales, la juvenil artista ha sido abandonada por su manager Eduardo Rodríquez, quien envía un comunicado en el que explica las razones que le han llevado a tomar esa decisión. El texto del mismo es el siguiente:



Comunicado a la Opinión Pública:

Todo el que conoce mi trayectoria de trabajo en los medios artísticos sabe que he sido una persona que siempre me he mantenido al margen de la diatriba, el chisme y las confrontaciones.



Por más de 25 años he sido parte del ambiente artístico en el rol de empresario con destacados artistas nacionales e internacionales y mi hoja de servicio está ahí.

En ese sentido quiero dejar claramente establecido que en lo referente a mi rol de manager de la cantante Martha Heredia y acogiéndome a un dicho popular: “sencillamente me rindo”. Lo que quiere decir que hasta aquí estuve ejerciendo la citada labor.

Las razones que me llevaron a tomar la mencionada decisión, no es otra, que los diferentes obstáculos que impedían la realización de un trabajo bien acabado con la mencionada artista, especialmente, procedente del entorno que la rodea.

En la vida de un artista para que tenga éxito existen varios factores que deben permanecer al margen de su carrera, sino quiere provocarse el fracaso.

Todo el que conoce las características de este tipo de labor sabe que la disciplina es la columna principal en esta actividad y que el motor de arranque es la responsabilidad, por lo cual si el artista no enfoca hacia estos dos puntos, sencillamente se está perdiendo el tiempo.

Con toda sinceridad puedo confesar que nunca antes había vivido una experiencia similar con un artista, que no obtempera a las orientaciones requeridas para una buena respuesta a sus pretensiones y ofertas.

Reitero que me rindo ante la indisponibilidad de trabajo, la rebeldía a la responsabilidad laboral y de cumplimiento y sobre todo a la falta de humildad para aceptar una sana orientación que conlleve al éxito.

Atentamente,
Eduardo Rodríguez

Fuente: Merengala.blogspot.com