«Algunos dicen que soy arrogante, pero tengo una herramienta para curarme: Mi (bajo) índice de aprobación», comentó el presidente Barack Obama, menos de 24 horas antes de anunciarle al mundo que había ordenado el operativo que acabó con la vida del hombre más buscado del planeta: Osama bin Laden.
Obama hizo el comentario en tono de broma ante los periodistas de la Casa Blanca, tras una semana en que las críticas de los republicanos, los problemas fiscales, las luchas partidistas, el alza en el precio de la gasolina y la controversia en torno a su certificado de nacimiento, dominaron los titulares.



Pero todo esto cambió, cuando sereno y contundente, Obama interrumpió la programación del domingo en la noche, incluyendo el reality show de su rival republicano, Donald Trump, para declarar que bajo sus órdenes los militares de Estados Unidos le dieron muerte al fundador de la red al-Qaeda.
«Esta noche le puedo informar al pueblo estadounidense y al mundo que Estados Unidos ha realizado un operativo que mató a Osama bin Laden, el líder de al-Qaeda, y un terrorista que es responsable de la muerte de miles de hombres, mujeres y niños inocentes», dijo Obama a las 11:37 pm rodeado de cámaras.
Apoyo de todos lados
Los políticos, de ayer y hoy, y de ambos partidos, no demoraron en unirse al entusiasmo popular y lanzaron un coro de felicitaciones al presidente Obama y a su equipo militar.
Los líderes republicanos del Congreso, que han sido un dolor de cabeza legislativo para la Casa Blanca, a su turno aprobaron la conducta del presidente, aunque dejaron sus mayores felicitaciones para los militares.
“Quiero felicitar y agradecer a los hombres y mujeres de nuestras fuerzas armada y a los servicios de inteligencia por su incansable labor”, declaró John Boehner, líder republicano de la Cámara de Representantes.
“También quiero reconocer al presidente Obama y su equipo, y también al presidente Bush, por todos sus esfuerzos”, agregó el legislador.
El capital político también se vence
“El presidente Obama tiene ahora un enorme capital político, sobre todo en asuntos de seguridad nacional”, explicó Aaron Mannes, profesor de relaciones internacionales y experto en terrorismo de la Universidad de Maryland.
“Además estos logros de inteligencia podrían llevar a nuevos golpes contra al Qaeda”, lo cual le favorece aun más al presidente, según Mannes.
Las primeras encuestas indican que no sólo los políticos apoyan al presidente.
Un sondeo del Washington Post y el Centro Pew, realizado después del anuncio de la muerte de Osama, indicó una escalada de nueve puntos en su nivel de aprobación popular. El 56% de los encuestados aprueba de la labor del presidente, los números más altos de Obama desde el 2009. Además, en cuanto a su manejo de la amenaza terrorista, el 69% tiene una opinión favorable, una cifra récord para Obama.
“En este tipo de instancias, los estadounidenses se unen alrededor de su líder en señal de solidaridad y apoyo”, explicó Frank Newport, experto de Gallup, entidad que se dedica a las encuestas.
Newport señaló como ejemplo de este fenómeno el aumento por siete puntos que vio George W. Bush luego de la captura del depuesto presidente iraquí Saddam Hussein en diciembre del 2003, evento que acaparó los titulares de los principales medios de comunicación.
Sin embargo Newport advirtió que estas ganancias en las encuestas se pueden esfumar sin dejar rastro y estima que los números más recientes de Obama no durarán hasta las elecciones del 2012, aunque falte poco más de un año.
Newport utilizó nuevamente al ex presidente Bush como ejemplo. Luego de visitar la zona cero en Nueva York tras los atentados del 9-11, Bush alcanzó un índice de aprobación récord de 90%, pero terminó su mandato como uno de los presidentes más aborrecidos de la historia.
La encuesta del Washington Post/Pew, también revela que la nueva popularidad de Obama tiene sus tintes partidistas. Mientras que el 81% de los republicanos opina que el ex presidente Bush merece parte del crédito por el golpe contra Bin Laden, sólo el 35% de los demócratas aceptan esa noción.
Y cuando se trata del tema que más preocupa a los votantes, la economía, las encuestas no se movieron ni un punto. Con o sin Bin Laden, menos de la mayoría respalda a Obama, quien sigue con los números económicos más bajos de su presidencia.

Fuente: bbc.co.uk