Un exguardia de prisión jubilado en Estados Unidos consumió su hamburguesa Big Mac de McDonald’s número 25.000, exactamente 39 años después de probar la primera.



La empresa celebró récord de Don Gorske con un evento en uno de sus restaurantes en la ciudad de Fond du Lac, Wisconsin, al que asistieron varios medios.

El leal cliente afirmó que probó su primera Big Mac a los 17 años de edad, en 1972, cuando compró tres. Le gustaron tanto que regresó y compró otras tres y luego tres más, para sumar un total de nueve ese día. Dijo que continuaría comiendo Big Macs «hasta que muera».



Gorske, de 57 años, figuró en un documental de 2004 titulado «Super Size Me» que analizaba el impacto de una dieta diaria de productos McDonald’s. No obstante, él es delgado y se dice que su nivel de colesterol es bajo.
«Me controlé el colesterol la semana pasada y lo tengo en 156. En 1997, estaba en 158 y, en 2003 lo tenía en 140. Así que no hay nada que me indique que debería dejar de comer las hamburguesas», le manifestó a la cadena de televisión estadounidense CNN.
Según Gorske, el 90% de su dieta sólida son esas hamburguesas de McDonald’s que, repite, son lo mejor que ha probado en su vida.

Cajas y recibos
Gorske Bromeó que, en una ocasión, una persona le dio US$5 para que se comiera una hamburguesa de una cadena competidora. Le aseguró que lo haría, pero decidió ir con el dinero a un McDonald’s y ordernar una Big Mac.
Gorske dice que mantiene un registro de su consumo en calendarios. También tiene un recibo de casi todas las compras que hay hecho de Big Macs y una colección de cajas y envolturas que han cambiado de diseño a través de los años.

Cada lunes compra seis y ocho más el jueves, y las guarda en el congelador hasta que está listo para comérselas, para no tener que ir constantemente hasta el restaurante.

Reconoce que es obsesivo con el tema. Tanto es así, que recuerda eventos especiales de su vida en términos del consumo de hamburguesas. «Me casé cuando había comido 2.050 Big Macs», confesó.
A pesar de su ritmo constante, reconoce que romper la marca de las 50.000 es casi imposible, pero dice que dejará de comerlas cuando su esposa tenga que licuarlas para que él pueda poder ingerirlas.

Cabe mencionar que los médicos no recomiendan que las personas sigan una dieta como la de Don Gorske.

Fuente:BBCMundo.UK