Se nos hace muy cuesta arriba pensar que gobierno tras gobierno toman el tema de la educación como una promesa de campaña y punto, como una forma de persuadir a la clase votante y burlándose a su vez.



¿Por qué durante tanto tiempo éste, conjuntamente con otros, como la salud y electricidad, son los principales temas para los políticos hacer promesas sin que se les reclame la ignorancia que ellos mismos proyectan al respeto? Sobre todo en la practica, cuando ya tienen en sus manos cómo cumplirnos, y no lo hacen.

Qué pena que todavía hay políticos que ante multitudes nos venden avanzar al máximo con el 4% del PIB para la educación, como cuando queremos persuadir o simuladores a un niño para que ingiera un alimento, sin ellos pensar el mal social que siembran en nuestro “desarrollo”.



No es posible que República Dominicana esté todavía a merced de un grupo de simuladores, que cada cuatro años nos cojan cual si fuéramos objetos para ellos hacer lo que les venga en gana con nosotros, sin importar que el bien o el mal podrían ser beneficiados o perjudicados su hijos. Qué mal cálculo.

¿Cómo le explicamos a una generación que viene nueva, de aquí pa lante, que carecemos de educación por la dejadez de nuestros políticos? A parte de dejadez, eso implica y significa corrupción por doquier, porque bastantes recursos que se destina para esa cartera, año tras año, gobierno tras gobierno, y nadie dice nada.

Si la educación es la principal herramienta para el desarrollo de una sociedad, ¿por qué todavía aparecemos en organismos y estudios internacionales como los peores en esa área? Y esto lo hemos visto en todos los gobiernos, cual si no hubiera interés o voluntad de hacer las cosas que les corresponde.

A veces no queremos ser pesimista, pero lamentablemente no vemos el querer, el deseo, el interés, de que en realidad se quiere hacer algo por nuestra educación, tomando en cuenta que a nivel institucional, el Ministerio de Educación es una de las instituciones que más recibe recursos.

Sin embargo somos de opinión que no es suficiente para la cartera o institución que es y que el 4% del PIB es necesario y vital para que podamos competir con otras naciones, tal como quieren nuestros gobernantes, que seámos iguales que otras naciones en muchas áreas, pero se contradicen cuando dan un pírrico apoyo a los sectores que más lo necesitan.

Los sinceros deseos y que alguien se case con la gloria invirtiendo el 4% a la educación.

Por Robinson R. Gálvez Lay

Contacto: Robinsongalvez31@hotmail.com