Mientras los organismos de seguridad del Estados activan su lucha contra la delincuencia, más 3,500 miembros de la Policía Nacional (PN), y de los cuerpos castrenses han sido sacados de las filas de manera deshonrosa, por participar en actos delictivos, narcotráfico y otras violaciones a las leyes.

La mayor cantidad de involucrados y separados de sus funciones ha sido de la PN, seguidos de la Marina de Guerra y finalmente del Ejercito Nacional, de acuerdo a datos estadísticos recabados por el periódico El Nuevo Diario.