De madera o plástico, son parte de los utensilios que se usan a diario para elaborar las comidas. Pocos saben que son uno de los principales focos bacterianos presentes en la casa. En esta nota, cómo limpiarlas, cuáles elegir y cuándo reemplazarlas.



Aunque en general se supone que es en el baño el sector de la casa donde suelen encontrarse más bacterias y gérmenes nocivos para la salud, en realidad es la cocina el lugar estratégico.

Y, en particular, las tablas de picar son excelentes reservorios para estos microorganismos que pueden ser perjudiciales para nuestro organismo.



Las tablas de madera, al presentar una superficie más porosa y con más rayaduras, son más difíciles de higienizar que las tablas de plástico, y pueden por lo tanto albergar una mayor cantidad de bacterias.

En conclusión, las tablas de picar de madera representan un mayor riesgo a la hora de cuidar la seguridad alimentaria, por lo que se recomiendan reemplazarlas por aquellas elaboradas con plástico.

Cómo limpiar correctamente las tablas de picar

En la madera, las bacterias desarrollan colonias bacterianas que producen un film que las protege del medio externo. En consecuencia, un simple chorro de agua o un enjuague superficial con detergente diluido no las eliminará.

Para lograr remover las bacterias de la tabla, se recomienda una vez por semana:

1. Rasquetearla con una esponja y detergente

2. Sumergirla completamente en una solución de lavandina (1 cucharadita de lavandina en un litro de agua) durante 5 minutos.

3. Dejarla secar al aire o secar con rollos de papel

Cuando la tabla -sea de madera o de plástico- presente en su superficie rayaduras y cortes difíciles de limpiar, es necesario reemplazarla por una nueva.

¿Qué es la “contaminación cruzada”?

La contaminación cruzada se da cuando, durante la preparación de alimentos, se trasladan bacterias de uno contaminado a otro que no lo estaba. Esto es muy frecuente cuando se utiliza la tabla de picar para varios alimentos al mismo tiempo.

Para prevenir la contaminación cruzada, es importante poder contar con dos tablas de picar distintas:

– una para los alimentos crudos (como carnes, pescados y aves)

– y otra para aquellos alimentos que están listos para consumir (carnes cocidas, frutas, verduras lavadas, verduras cocidas, etc.).

Para poder diferenciar las tablas de acuerdo a la utilidad, puede optar por comprarlas de distintos colores o colocarle algún “distintivo” (por ejemplo, cinta adhesiva roja colocada en el costado para la que usa con alimentos crudos).

Fuente: saludable.infobae.com