Cuando anunciaron el fin de su matrimonio el 15 de julio, Jennifer López y Marc Anthony aseguraron que ya habían resuelto todos los asuntos pendientes de manera amistosa.



Pero, para quienes conocen a la pareja de verdad, esa declaración fue más sorpresiva que la decisión de separarse tras siete años de casados.

De hecho, tomaron esa determinación, después «de meses de no parar de pelear», según una fuente cercana a la familia. Tuvieron problemas en el set de una película, vivieron envidias en el escenario de American Idol y hubo momentos en los que López, de 41, dudaba que su marido que le fuera fiel.



Una fuente cercana a Marc Anthony niega estas acusaciones de infidelidad y asegura que el cantante de 42 años además siempre apoyó la carrera de J.Lo. «Simplemente empezaron a ver la vida de maneras diferentes», revela la fuente.

En lo que se preparan para darle vuelta a esta página en sus vidas, la persona cercana a Anthony asegura que la ruptura fue lo mejor que les pudo haber pasado. «A pesar de que se aman, se admiran y se respetan, necesitan estar alejados».

Fuente:Peapleenespanol