Casi todos los días en el béisbol, alguien se lastima la corva. La mayoría de las veces no nos damos cuenta. Es casi como otro discurso de Ozzie Guillén sobre los viajes de Frank McCourt al tribunal.



Pero cuando una de esas corvas está en la pierna de un relámpago humano llamado José Reyes, es sumamente cómico ver cómo todo el mundo del béisbol le presta atención. Y no es solamente porque hemos visto este episodio antes.

Es porque dentro de tres meses, vamos a invertir todo nuestro tiempo hablando sobre José Reyes. Él está a punto de convertirse en uno de los nombres más importantes en el mercado de agencia libre. Y si escuchas detenidamente, desde acá se oye el sonido de su caja registradora.



Pero hoy no suena tan fuerte como sonaba hace una semana o hace un mes atrás. Y es todo culpa de la dichosa corva.

«Yo calculo que cada día que esté lesionado le cuesta medio millón de dólares», dijo un conocedor del béisbol luego que Reyes acabara en la lista de lesionados por segunda vez en las últimas cinco semanas, al lastimarse la corva izquierda otra vez.

Nuestra primera reacción a eso, tengo que admitir, fue: ¿Eso es TODO?

¿Podría ahora José Reyes conseguir el contrato de Carl Crawford (siete años, $142 millones)?

Siempre tuvimos nuestras dudas, y no estábamos solos.

Pero con cada partido con más de un hit, con cada base robada, con cada línea de 4-3-4-1 que acumulaba en la ficha de un partido por los primeros tres meses de esta temporada mágica, esas dudas se disipaban. ¿Y cómo no se iban a disipar?

Él era un jugador único en su clase con un talento especial, en una posición importante en sí misma. Y al uno verlo pegar el acelerador noche tras noche, era fácil olvidar que no todas las temporadas de José Reyes se han parecido a la primera mitad de esta temporada.

¿Pero ahora? Ahora todo regresa, especialmente para aquellas personas del béisbol que debieron estar en la fila para pagarle.

«Pero es que este tipo no se puede mantener saludable», dijo un oficial de uno de esos equipos esta semana. «Es un gran jugador, pero sencillamente no puede permanecer saludable. Él es el tipo de jugador a quien no se le puede ofrecer un contrato más allá de tres años. Los Mets de Nueva York quizás le den cinco, pero para mí es muy riesgoso».

Y tenemos el presentimiento que ese no va a ser el único equipo en utilizar la palabra «riesgoso». Gracias al historial de lesiones que uno puede acceder en el Baseball Prospectus con un clic del ratón, uno no necesita su propia máquina de MRI para medir cuán riesgoso sería darle un contrato a largo plazo a Reyes. La evidencia está ahí para que todo el mundo lo vea:

• Esta es la tercera vez en las últimas cuatro temporadas que la campaña de Reyes se ve interrumpida por un problema de la corva. Y tuvo dos temporadas similares temprano en su carrera.

• Esta es la séptima vez en su carrera que acaba en la lista de lesionados — cinco de ellas por problemas de la corva.

• Y desde el inicio de la temporada de 2009, Reyes ha perdido 197 días de trabajo con distintos problemas de la corva, rodilla, Talón de Aquiles, pantorrilla y problemas con la tiroide.

No es fácil explicar esos hechos sin esencialmente justificarlos con el dicho de que «eso le puede pasar a cualquiera». Pero Reyes lo intentó el lunes y hasta trajo el nombre de Crawford a colación cuando se enfrentó a los periodistas que cubren a los Mets. «¿Vieron a Carl Crawford? Él también se lastimó la corva».

Bueno, eso es cierto. Crawford de hecho sí se lastimó la corva esta temporada. Pero aquí hay una diferencia:

Lo hizo DESPUÉS de haber firmado un contrato de siete años.

Y ANTES de haber firmado ese contrato, Carl Crawford nunca antes había estado en la lista de lesionados sin ningún tipo de problema con sus piernas. Y muchas personas pensaron que el contrato de Crawford era riesgoso. Así que Reyes probablemente no quiere saber lo que esas personas piensan ahora sobre su situación.

«Es más de lo mismo con esa corva», dijo un escucha de la Liga Nacional.

«Algunos jugadores son propensos a lesionarse, y él es uno de ellos», dijo otro escucha en la Nacional. «Y para ser honesto, creo que siempre lo será. Él es un jugador que es propenso a los estirones musculares y francamente uno no puede contar con esos tipos».

¿Y cuál ustedes creen sería la recomendación de ese escucha si su equipo piensa invertir en Reyes? No. Gracias.

«Su juego está basado en la chispa, movimientos rápidos y agilidad», dijo el escucha. «Sé que él ha hecho todo lo que se suponía que hiciera desde un punto de vista médico. Así que uno pensaría que funcionaría, pero ese jugador siempre va a tener ese tipo de problema. Lo he visto en demasiadas ocasiones. Es una pena, pero yo no tendría ningún tipo de confianza para darle un contrato a largo plazo» .

¿Así que cuántos dólares le podrían costar estas corvas que rehúsan cooperar? ¿Quién sabe? ¿Podría ser $50 millones? ¿$40 millones? ¿$20 millones? Depende de lo que ocurra entre agosto y septiembre. Depende de cómo las fuerzas se alinean una vez entre en el mercado. Pero, fácilmente puede estar en esa cifra.

Los rumores en la industria indican que los Mets están dispuestos a ofrecerle $100 millones por cinco años. Quizás eso hubiera resultado, con o sin problema de la corva.

Pero ahora uno puede ver menos años garantizados — a cuatro, quizás tres, con opciones para un quinto año si puede mantenerse fuera de la lista de lesionados.

Después de todo, miren a su alrededor. ¿Cuántos equipos al tope de las nóminas buscan un campo corto de $100 millones?

¿Los Yankees? Están comprometidos con Derek Jeter por los próximos tres años. ¿Los Medias Rojas? No tienen ese tipo de presupuesto para este invierno. ¿Los Cachorros de Chicagos? Starlin Castro termina esa conversación. ¿Los Medias Blancas? Hablan como si no tuvieran el presupuesto. ¿Los Angelinos? No le darían el contrato de Carl Crawford, ni a Carl Crawford aunque prácticamente se tiró a sus puerta.

¿Los Filis? No hay más contratos de $100 millones en su horizonte — a menos que a Cole Hamels le den uno.

Así que aparte de los Gigantes de San Francisco y los Cerveceros de Milwaukee, ¿cuántos equipos en realidad tendrían que vencer los Mets en esa subasta?

Pero hay otro lado de la moneda. Por uno, los Mets no pueden bajar demasiado la vigencia del contrato ni los dólares, porque atraerían otros equipos a la subasta.

Otro argumento es la dinámica del mercado. Además de Albert Pujols y Prince Fielder, quienes dominarán el mercado de agencia libre, no hay ningún jugador parecido a José Reyes, un pelotero de 28 años, primer bate y que juega el medio del cuadro.

Como nos recordó un ejecutivo, Adrián Beltré se lanzó al mercado el invierno pasado con una lista larga de lesiones y ningún equipo contendiente buscaba un tercera base, y aún así consiguió un contrato de cinco años.

Así que pueden estar seguros que nadie va a hacer un concierto a beneficio de José Reyes este invierno. Alguien le VA a pagar. Pero hace cinco semanas, muchos equipos estaban dispuestos a olvidar su voluminosa lista de lesiones previas.

Pues, ese ya no es el caso — porque no hay mejor cura para ese tipo de amnesia que el sonido de la corva de José Reyes estirándose. Otra vez.

Fuente:Espn