El X ROSAT y el Nano Sail-D impactarán antes del domingo. El espejo del primero podría resistir la entrada a la atmósfera. Los restos del cometa Halley serán visibles el sábado.



Los últimos cálculos revelan que es posible que hasta 30 piezas individuales del ROSAT, con un peso total de 1.7 toneladas, puedan llegar a la superficie de la Tierra. El fragmento más grande será probablemente el espejo del telescopio, que es muy resistente al calor y puede llegar a pesar más de una tonelada.

La hora y el lugar de reentrada no se puede predecir con precisión, afirmaron los especialistas. En la actualidad, los científicos esperan que el satélite de rayos X, que completa una órbita alrededor de la Tierra en unos 90 minutos, se precipite entre 21 y 24 de octubre próximos.



Durante su misión de 1990 a 1999, el satélite ROSAT realizó sus observaciones en una órbita elíptica a una distancia de entre 585 y 565 kilómetros sobre la superficie del planeta.

Desde su retiro del servicio, la resistencia atmosférica hizo que el satélite pierda altura. En junio de 2011, el satélite ya había alcanzado una distancia de 327 kilómetros sobre la Tierra. Debido a que no tiene un sistema de propulsión a bordo, no fue posible hacer maniobras para controlar su reingreso cuando terminó su misión en 1999.

De acuerdo a Urania, cuando la nave reingrese en la atmósfera a una velocidad de unos 28 mil kilómetros por hora, el observatorio de rayos X se romperá en fragmentos, algunos de los cuales se quemaran por el calor extremo.

Por su parte, el Nano Sail-D es un microsatélite que sirvió para probar un sistema de propulsión basado en la luz del sol, mediante velas desplegadas. Este es tan pequeño que ninguno de sus fragmentos sobrevivirá en su reingreso en la atmósfera.

En la actualidad, la fecha de reentrada sólo se puede calcular con una precisión de más o menos dos días. El intervalo de tiempo de la incertidumbre se reduce a medida que se acerca la fecha de reentrada. Sin embargo, incluso un día antes de la reentrada, la máxima estimación tendrá una precisión de más o menos cinco horas.

Todas las áreas bajo la órbita del ROSAT, que se extiende a 53 grados de latitud norte y sur podrían verse afectados por su reentrada. La mayor parte de los escombros caerán en la trayectoria del satélite. Sin embargo, fragmentos aislados podrían caer a la Tierra en un área de 80 kilómetros de ancho.

Según la agrupación astronómica, las principales causas de incertidumbre en la estimación de la fecha de reentrada son las fluctuaciones de la actividad solar. La radiación solar calienta la atmósfera de la Tierra y por lo tanto aumenta la resistencia atmosférica.

Fuente Infobae.com