Las nuevas autoridades libias anunciaron el sábado que no se procederá a una autopsia del cadáver de Muamar Gadafi, que sigue expuesto en una cámara fría en Misrata en víspera de la proclamación oficial de la liberación del país. «No habrá autopsia ni hoy (sábado) ni otro día. Nadie abrirá el cuerpo (de Gadafi», declaró a la AFP el portavoz del consejo militar de Misrata, Fathi Bachagha. Varias informaciones daban previamente cuenta de una posible autopsia este sábado.



Esta declaración fue confirmada a la AFP por otros dos miembros del consejo militar de Misrata.

Muamar Gadafi, de 69 años, en fuga desde la caída de Trípoli a fines de agosto, fue capturado vivo el jueves en su región natal, Sirte (360 km al este de Trípoli), y murió por disparos poco después. Aún no se sabe si fue ejecutado o si pereció en un tiroteo.



Las imágenes y videos tomados en el momento de su detención en Sirte dejan abiertas varias hipótesis sobre las causas de la muerte del «Guía».

El viernes, el número dos del Consejo Nacional de Transición (CNT), el nuevo poder en Libia, Mahmud Jibril, aseguró que Gadafi murió a consecuencia de sus heridas provocadas por un tiroteo tras su arresto.

Pero esta versión no convence a la ONU y a Amnistía Internacional, que solicitaron una investigación para determinar si había sido ejecutado de forma expeditiva.

Cuando se saca este tema ante quienes detuvieron a Gadafi, el tono de la conversación cambia, y se palpa la tensión.

«Estaba muy malherido cuando lo vimos. Sabíamos que se iba a morir», lanza uno de ellos, Ibrahim Al Marjub.

Detrás de los combatientes, uno de los jefes viene a susurrar una consigna en árabe. «Todo el mundo debe decir: aquí nadie ha matado a Gadafi».

Desde Bengasi, el presidente del CNT Mustafá Abdeljalil confirmó que se había abierto una investigación sobre las circunstancias de la muerte del exdictador, aunque sin citar una posible autopsia.

Gadafi será sin duda enterrado en un lugar secreto para evitar cualquier peregrinación a su tumba, declararon el viernes los miembros del consejo militar de Misrata.

El sábado por la mañana, el cuerpo de Gadafi seguía expuesto en una cámara fría de un mercado de Misrata. Ahí también fue llevado, en la noche del viernes al sábado, el cadáver de su hijo Muatasim.

Algunas decenas de curiosos hacían cola este sábado para ver ambos cadáveres, colocados uno al lado del otro en colchones, y cubiertos con una manta que sólo dejaba al descubierto sus cabezas. Millares de personas ya acudieron el viernes a ver el cadáver del ex «Guía», formando colas de varios centenares de metros.

En un comunicado divulgado por la cadena Arrai, cercana al antiguo régimen, la viuda de Gadafi pidió el viernes «en nombre de la familia del combatiente mártir Muamar Gadafi, a la ONU y a las organizaciones internacionales que obliguen al CNT a entregar los restos de los mártires a sus tribus para que sean enterrados según los ritos islámicos».

Entretanto, dos altos dignatarios del viejo régimen seguían en paradero desconocido: el cuñado de Gadafi, Abdalá Al Senusi, de 62 años, ex jefe de los servicios de inteligencia libios, y Sail Al Islam, de 39 años, hijo del exdictador y considerado como posible sucesor de su padre.

El primero fue «visto» en el extremo norte de Níger, fronterizo con Libia, afirmó el sábado a la AFP una fuente gubernamental nigerina.

Sobre el segundo circulan informaciones contradictorias –capturado, muerto o huido–, aunque ninguna pudo ser confirmada. Sobre ambos pesa una orden de detención de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes contra la humanidad.

En todo caso, el CNT prevé declarar el domingo la «liberación total» del país, lo que abrirá la vía a negociaciones para formar un gobierno encargado de la transición, antes de las elecciones previstas en ocho meses.

En Jordania, Mahmud Jibril calificó este sábado de «misión imposible» la reconstrucción de Libia.

«La reconstrucción de Libia no será tarea fácil. Es la +Misión imposible+ de Tom Cruise», dijo aludiendo a la película estadounidense. «La estabilidad y el orden en el país deben ser restaurados, para ello es necesario recuperar las armas de las calles lo que no es una operación sencilla».

En fin, según el diario Los Angeles Times, Gadafi sacó secretamente fuera de Libia e invirtió en el exterior más de 200.000 millones de dólares, el doble de la cifra que los gobiernos occidentales sospechaban previamente.

Fuente AFP