Ciudad del Vaticano. El papa Benedicto XVI canonizó el domingo en la plaza de San Pedro a tres nuevos santos, entre ellos a la monja española Bonifacia Rodríguez De Castro, fundadora en 1874 de las Siervas de San José y defensora de la mujer obrera a finales del siglo XIX.



El Papa proclamó santos también a los religiosos italianos Guido Maria Conforti y Lugi Guanella, igualmente fundadores de órdenes religiosas.

Estos tres nuevos santos ilustran el principio según el cual para los cristianos «la caridad hacia los demás es tan importante como el amor a Dios», dijo el Papa durante una misa solemne en San Pedro.



Madre Bonifacia (1837-1905), considerada la «monja obrera», beatificada por Juan Pablo II en Roma en noviembre del 2003, luchó por la educación de la mujer, en particular de aquellas pobres y marginadas, convencida de que sólo el trabajo podía liberarlas de su difícil condición.

Los nuevos santos son considerados un ejemplo para los católicos de todo el mundo por su admirable entrega, aseguró el Vaticano.

El ejemplo de la «monja obrera» resulta de particular actualidad, en un mundo marcado por la crisis económica y el desempleo.

Bonifacia, que fue a su vez obrera, fundó conventos-talleres para la formación de mujeres, lo que le costó duras sanciones del Vaticano.

La nueva santa batalló en favor de las mujeres en Salamanca, ciudad clerical, militar y universitaria, y se vio obligada a «exiliarse» en Zamora, donde murió casi olvidada.

Sin estudios universitarios, expulsada del convento que fundó por la jerarquía eclesial de entonces, la nueva santa constituyó un ejemplo para las mujeres católicas modernas.

Por su parte Conforti (1865-1931) fundó la «Sociedad de San Francesco Saverio para las misiones extranjeras», una congregación conocida como los «Saveriani» y que está presente en numerosos rincones perdidos de todo el mundo, en particular de China.

En 1928, el obispo Conforti llevó a cabo un importante viaje a China durante el cual visitó varios centros de misioneros en ese país.

Beatificado por Juan Pablo II en 1996, fue canonizado después de que la Iglesia católica reconociera que intercedió en la curación inexplicable de un cáncer de una niña africana.

Durante la ceremonia fue canonizado también el obispo Luigi Guanella (1842-1915), cercano a los Salesianos y a su fundador, Don Bosco, el cual es venerado en Italia por su labor con los jóvenes pobres y enfermos mentales.

Fundador de «las Hijas de Santa María de la Providencia» dedicó su vida a ayudar a las personas abandonadas y creó la congregación masculina «Los Servidores de la caridad».

Beatificado por Pablo VI en 1964, se necesitaron 47 años para que llegara a ser santo.

Desde el inicio de su pontificado en el 2005, Benedicto XVI había proclamado 34 santos. Estas tres nuevas canonizaciones elevan a 37 el número de santos proclamados por el papa alemán.

Fuente AFP