Las autoridades venezolanas encontraron el vehículo en el que fue secuestrado el catcher Wilson Ramos, aunque todavía no hay noticias sobre el paradero de la joven promesa de los Nacionales de Washington.



La policía halló la camioneta de los secuestradores en el estado central de Carabobo y recopilaba evidencia, dijo el jueves el ministro de justicia Tareck El Aissami. Indicó que unidades especiales antisecuestros fueron enviadas a investigar el caso.

El pelotero venezolano de 24 años, quien jugó en 2011 su primera temporada completa en el béisbol de Grandes Ligas, fue secuestrado de su casa en el poblado de Santa Inés por cuatro hombres armados el miércoles por la noche.



Ramos iba a jugar en la pelota invernal venezolana con los Tigres de Aragua.

José Grasso, presidente de la Liga Venezolana de Béisbol, descartó la posibilidad de suspender los juegos por el secuestro Ramos.

«Estamos angustiados y se escuchan voces de preocupación de todos, pero apagar las luces de los estadios no es una solución», dijo el directivo en alusión a un comentario del antesalista de los Diamondbacks de Arizona, el venezolano Melvin Mora, quien planteó que «se debería suspender el torneo hasta que aparezca» Ramos.

«No nos hemos planteado ese escenario», destacó Grasso, quien comentó que se mantiene en contacto permanente con las autoridades de Grandes Ligas y repetidamente les ha planteado que el caso de Ramos «es un hecho aislado, no hemos tenido mayores percances con hechos relacionados».

En años recientes se ha registrado un aumento considerable en los secuestros en Venezuela, que subieron de 52 en 1998 a 618 en el 2009, según las cifras de las autoridades. El número real es al parecer mucho más grande, pues la mayoría de las personas afectadas no los denuncian debido a temores por su seguridad.

El Ministerio de Interior y Justicia no provee cifras oficiales periódicas, y las limitadas estadísticas que se conocen han sido provistas informalmente por funcionarios gubernamentales en declaraciones a la prensa.

Las últimas cifras oficiales de la policía judicial fueron dadas a conocer en 2009.

Entre las medidas adoptadas por las autoridades venezolanas para frenar los secuestros destaca la reforma en agosto del 2008 a una ley que incrementó hasta 30 años las penas de prisión para los plagiarios y ordena la congelación de los bienes de los rehenes y sus familiares para impedir que sean negociados para pagar un rescate a los secuestradores.

Anteriormente la legislación venezolana contemplaba una condena entre 8 a 15 años por ese delito.

El robo a mano armada, los secuestros y los asesinatos son frecuentes en este país sudamericano y los sondeos muestran que los venezolanos consideran el crimen el problema más agudo del país.

Los ricos en Venezuela han tomado medidas para protegerse, y la venta de vehículos blindados ha aumentado en los últimos años. También es normal ver a los peloteros de Grandes Ligas protegidos por guardaespaldas cuando regresan al país para jugar en el torneo local.

«Sabemos que cada jugador de Grandes Ligas tiene su propia seguridad, pero no sabemos si en ese momento el tenía su seguridad allí», señaló Domingo Alvarez, vicepresidente de la liga. Indicó que es la primera vez que un pelotero de las mayores es secuestrado, aunque hay antecedentes de familiares que han sido plagiados.

Una persona allegada a la familia Ramos, quien pidió no ser identificada por motivos de seguridad, indicó que el receptor estaba en la casa con su padre y sus hermanos cuando varios hombres «entraron a la casa y se lo llevaron».

Drew Storen, taponero de los Nacionales y compañero de Ramos, expresó preocupación por el caso. «Noticias muy preocupantes sobre Ramos. Nuestras oraciones y pensamientos están con él. Una situación preocupante», escribió en su cuenta de Twitter.

Antonio «Tony» Armas, que entre 1976 y 1989 jugó en las mayores y fue uno de los primeros millonarios del béisbol venezolano, declaró que «estamos impactados, tristes».

«Los muchachos por el problema de los secuestros han venido tomando medidas de seguridad (adicionales), pero muchos de ellos a veces se descuidan, nadie piensa seriamente que esto nos puede pasar y mucho menos en un país como el nuestro que la gente ama el béisbol», dijo a la AP la ex estrella de los Medias Rojas de Boston, quien en su carrera de 14 años disparó 251 jonrones e impulso 815 carreras.

«La mayoría de nosotros venimos de familias humildes, todavía tenemos familiares que viven en zonas pobres, frecuentamos esos lugares y lamentablemente los delincuentes cada vez son más desalmados», resaltó.

Ramos es considerado como uno de los jóvenes pilares de Washington. En su primera campaña en las mayores, bateó .267 con 15 jonrones y 52 remolcadas en 113 partidos.
Fuente:Espn