El endeudamiento externo que ha registrado la República Dominicana en los últimos siete años y medio, ha casi triplicado la deuda contraída en toda la historia de nuestra vida democrática.



Más asombrosas son las cifras, cuando sumamos los prestamos que han tomado todos los gobiernos dominicanos desde la creación de la República en 1844, y lo comparamos con los tomados en estos últimos siete años y medio y nos damos cuenta que todos en su conjunto no superan los 16 mil 500 millones de dólares tomados en estos últimos dos periodos presidenciales.

Con una deuda que asciende a 25 mil 500 millones de dólares actualmente, los dos periodos consecutivos del gobierno del presidente Leonel Fernández (2004-2008 / 2008-2012), ha aumentado la deuda externa al punto de casi triplicarla, con respecto a los 9 mil 700 millones de dólares que encontró en el 2004.



Hay que aclarar que dentro de la deuda se está incluyendo el acuerdo con Petrocaribe, (en constante crecimiento), los préstamos para la segunda línea del Metro, y los más recientes contratos de préstamos aprobados por el Congreso Nacional”.

Tomando como parámetro los primeros préstamos internacionales contraidos por los gobiernos dominicanos desde la primera República, iniciados por BUENAVENTURA BAEZ (EMPRESTITO HARMONT, 1869), Eulises Heureaux (EMPRESTITO DE LA WESTENDORP & CIA, 1888) y pasando por el gobierno de RAMON CACERES (1905), JOAQUÍN BALAGUER. (1966-1978), DON ANTONIO GUZMÁN FDEZ. (1978-1982), SALVADOR JORGE BLANCO. (1982-1986), hasta el último gobierno del PRD, (HIPOLITO MEJIA, 2000-2004), todos en su conjunto no superan los de los tres gobiernos de Leonel Fernández.

Pese a estos 16 mil 500 millones de dólares en empréstitos, la población dominicana parece no percibir una mejoría en la economía de sus bolsillos, muestra de esto son las cifras de las últimas encuestas realizadas sobre los principales problemas que afectan a los dominicanos, destacándose la crisis económica, la carestía de los alimentos, falta de empleo, la delincuencia entre otros, dejando en entredicho el desempeño del presente gobierno.

Con tan altas sumas millonarias parecería que a estos dos últimos periodos presidenciales del presidente Fernández no le faltaría dinero para desenvolverse y realizar las obras que demanda la población, pero, la realidad ha sido otra.

A diferencia del primer gobierno del mandatario dominicano donde se realizaron una serie de túneles, elevados y complejos de apartamentos con menos préstamos internacionales, en estos dos últimos mandatos de Fernández, sólo una obra acapara la gran inversión del estado y lo es el Metro de Santo Domingo.

Increíblemente la falta de dinero dejará la segunda línea del metro a mitad de lo previsto, según anuncio el ministro de obras publicas el Ing. Víctor José Díaz Rúa, a esto también se suma la negativa del poder ejecutivo de otorgar el 4% a la educación, argumentando entre otras cosas que el presupuesto no lo puede sostener.

Y si las matemáticas no se equivocan cabría la pregunta, ¿Dónde está tanto dinero y en que se ha invertido?

HISTORIA DE LA DEUDA EXTERNA DOMINICANA

LA DEUDA EXTERNA EN LA PRIMERA REPUBLICA (1844-1861)

A raíz de los recuentes acontecimientos y luego del retiro de los españoles por el Movimiento Restaurador, el General José Maria Cabral concertó el apoyo de los sectores del comercio y militar proclamándolo protector de la Republica pasando a gobernar el país el 16 de Agosto de 1865 en la capital.

A finales de 1866, presionado Cabral por los reclamos de los acreedores nacionales y extranjeros del gobierno que demandaban el cumplimiento de promesas de pagos de más de medio millón de pesos en papel moneda que el gobierno de Báez se negó a redimir, acosado a su vez por la falta de recursos para pagar a soldados y empleados y por la falta de armas y equipos para enfrentar la insurrección, inicio gestiones ante el gobierno de los Estados Unidos para obtener un préstamo que envolvía entre uno y dos millones de dólares.

Pero los condicionamientos del presidente Jonshon estaban basados en la venta o arrendamiento de la Bahía de Samaná.

Pero en esa oportunidad no se concertó acuerdo alguno, debido a la división de opiniones del gabinete de Cabral.

Para la cuarta administración de Buenaventura Báez, luego de la renuncia del presidente Cabral el 31 de Enero de 1868, Báez regresa el 29 de Mayo de ese mismo año; La Convención Nacional, resultado de las elecciones de diputados que inicio labores el 20 de Mayo con el objetivo de promulgar una Constitución y recibir el juramento del presidente de la Republica y designar los funcionarios atributivos a la representación nacional y resolver los problemas urgentes de la hacienda pública, Báez fue juramentado el 2 de Mayo.

Por su parte, el primer acto de la convención nacional fue autorizar el poder ejecutivo el 18 de Abril de 1868, para que sobre el crédito de la nación, y con las garantías e hipotecas de costumbre, contratara uno o más empréstitos por la suma de dos millones de pesos fuertes, para que el país pudiera entrar en la vía del proceso y contara con elementos indispensables para conservar el orden público y dar ayuda y protección a la industria nacional.

Nuevamente resultó infructuosas las gestiones con miras a obtener el préstamo de los Estados Unidos, ahora no solo por las protestas de los opositores de Báez, sino que ni en los aprestos hechos para la anexión a los Estados Unidos apoyado por su congreso dominicano, al ser tramitado las solicitudes de Báez al presidente Jonshon este último no concertaba el apoyo en el congreso.

EMPRESTITO HARMONT Y PROYECTO ANEXIONISTA

La tensa situación publica que vive el país, las amenazas e intentos de invasiones, frentes de guerra y las movilizaciones de tropas afectaron los ingresos del gobierno una vez mas y para salir de las dificultades el presidente Báez recurrió el 1 de Mayo de 1869 a la celebración de unos empréstitos con la casa Harmont y CIA de Londres por la suma de 420 mil libras esterlinas y establecer un convenio con señores Edward Prime Júnior y Edward Prime Hollister, ambos de New York para el establecimiento de un Banco de Descuento, cambio, depósitos, que también podía emitir papel moneda de circulación nacional.

El proyectado Banco funcionó menos de un año, el papel moneda emitido solo fue apreciado por algunos círculos del comercio de la capital y los depósitos y los cambios eran muy escasos, según el contrato con la empresa Harmont el gobierno se comprometía a pagar las 420 mil libras esterlinas prestadas en un plazo de 25 años mediante pagos semestrales de 58,400 libras esterlinas. El contrato establecía que por concepto de «comisión» los banqueros restarían del monto total del préstamo la suma 100,000 libras esterlinas. En síntesis el gobierno recibiría 300,000 libras esterlinas, pero pagaría en 25 años, 1,472,500 libras esterlinas.

La deuda dominicana representada por emisiones al portador, según el contrario estaría garantizadas por todos los activos del Estados incluyendo los derechos de la aduana sobre las importaciones y exportaciones por los Puertos de Santo Domingo y Puerto Plata, los cuales ascendían aproximadamente a 500,000 pesos. con el fin de asegurar dichos ingresos a la firma Harmont, esa empresa queda autorizada a nombrar representantes en ambas aduanas para controlar las operaciones, recibir los valores y remitirlos al cónsul de su majestad británica en santo Domingo. El gobierno dominicano, por su parte, se comprometía a no introducir durante el periodo del contrato ninguna modificación a su tarifa aduanera que disminuyeran los ingresos a menos que se hicieran de mutuo acuerdo.

Como garantía adicional, la República otorgaba a los Sres. Harmont & CIA o a sus causahabientes, una primera hipoteca sobre los yacimientos de carbón y sobre los bosques de la península de Samaná mas «los derechos que ingresaren al Estado por exportaciones del guano de la isla de Alto Velo».

Cuando el empréstito Harmont fue conocido por los Estados Unidos causó preocupación de parte del presidente Grant, quien hacía poco había asumido el poder y era a su vez un firme partidario de la anexión de Santo Domingo a los Estados Unidos.

El presidente Báez prefiere pasar a negociar con Estados Unidos para lo cual se formula el anteproyecto del tratado que estipulaba entre otras cosas la anexión del territorio dominicano obligándose el gobierno americano a pagar en anticipos la suma de 1,500 mil dólares para liquidar la deuda pública dominicana.

Mientras esto ocurría, según habían acordado funcionarios dominicanos y norteamericanos, el presidente Báez aceleraba los preparativos para que el pueblo aprobara o rechazara la anexión, mientras por otro lado ordenó al Senado Consultor de la República, la anulación del contrato firmado el 1 de Mayo del año anterior con la empresa Harmont & CIA por incumplimiento, ya que esa firma no había entregado la suma acordado para fines del 1869. en vista de ello, el banquero ingles Edward Harmont viajó a Santo Domingo con la intención de cubrir en parte con su compromiso, pero Báez, entusiasmado con su proyecto de anexión, rechazo todo ofrecimiento. Para este momento Báez había recibido de Grant 150,000 dólares.

EMPRESTITO DE LA WESTENDORP & CIA. : GOBIERNO DE LILIS

Otro periodo de empréstitos relevantes tuvo lugar en el gobierno de Eulises Heureaux en el que la crisis económica redujo considerablemente los ingresos del gobierno a un punto tal que en Diciembre de 1887 tenía más de siete meses de sueldos atrasados a los empleados públicos, y el dinero circulante se había disminuido muchísimo.

Esa situación y las constantes reclamaciones de pagos de las juntas de créditos que prestaban al gobierno a intereses altísimos, fueron examinadas por Lilis en su mensaje al congreso en Octubre de 1888, de esta manera: «La crisis económicas que amenaza con echar al suelo mi gobierno, produce esencialmente una aguda escasez de circulante. Para reducir sus efectos sociales y políticos, es necesario conseguir nuevos e importantes ingresos, los que en la presente situación solamente pueden ser obtenidos mediante un empréstito internacional».

Generoso de Marchena enviado del presidente Heureaux a Francia entró en contacto con el Conde Oksza con quien firmo un acuerdo de empréstito el 14 de Junio por un monto nominal de 770,000 libras esterlinas, y dos meses más tarde el prestamista traspaso dicho acuerdo a la empresa holandesa Westendorp & CIA reservándose una ganancia descontadle del monto total del empréstito de 28 millones libras esterlinas como parte de su comisión.

El acuerdo a su vez establecía que el gobierno dominicano se obligaba a pagar 142,810 libras esterlinas reclamadas por la empresa inglesa Harmont desde hacia casi dos décadas y dejadas de hecho al Estado en manos de una Caja de Recaudaciones (La Régie), la cual, con personal nombrado por los prestamistas, administraría las aduanas de Santo Domingo y los puertos, de cuyos ingresos aplicaría un 55% como abono al préstamo y pago de intereses.

Dicho préstamo era desembolsarle en varias partidas pues Westendorp no contaba con suficientes recursos y primero tenía que emitir bonos para luego colocarlos en los mercados europeos con la garantía del gobierno dominicano. La primera partida ascendente a 31,525 libras esterlinas equivalente a 152,625 dólares la recibió Heureaux a finales de Agosto de 1888 y esto significo un gran alivio para su gobierno que se encontraba a punto de sucumbir, pues con estos fondos pudo pagar a varias compañías de créditos, cubrir sueldos atrasados de empleados y militares y ampliar una red de espías que había establecido en todo el territorio nacional.

Este préstamo levantó el prestigio Heureaux, pues con el mismo demostraba que su régimen gozaba de la confianza de los banqueros europeos. Por ese motivo tempranamente inicio preparativos para reelegirse en los próximos comicios.

EMPRESTITO DE LA SANTO DOMINGO IMPROVEMENT COMPANY

El presidente Heureaux quiso obtener nuevos préstamos en esta ocasión Improvement Company este nuevo acuerdo estipulaba «se haría una emisión de bonos por 1,250,000 pesos oros americanos, destinados a cancelar la deuda interior ascendente a 659,000 pesos plata y asegurar el pago del presupuesto».

«El contrato con la Improvement incluía en el primer acápite de su artículo primero la conversión de los bonos al 6% de los empréstitos de 1888 y 1890, reembolsables en 30 y 56 años respectivamente, con el propósito de reducir el interés de la deuda exterior a un tipo de 4%; pero esta aparente ventaja palidecía ante el reconocimiento definitivo que hacia el gobierno dominicano de haber recibido la totalidad de los empréstitos de la Westendorp, cuyas entregas jamás se hicieron completa a dicho gobierno y acerca de las cuales nunca los funcionarios de La Régie o de la Casa Ámsterdam, dieron liquidaciones finales».

«El segundo acápite del segundo artículo establecía que el gobierno prepararía inmediatamente y entregaría a la Improvement sus bonos oro 4% de 20 y 100 cada uno, con denominación Bonos Oro Consolidados de la República Dominicana con una suma total de 2,035,000 pagando interés del 4% anual, pagadero semestral el 1 de Enero y el 1 de Julio de cada año, en los mercados de Europa y América que la Compañía indique.

Esos bonos serán pagados en 66 años con una amortización de ½ anual del capital y estaban garantizados por la totalidad de entradas aduaneras vigentes o por crearse y por una hipoteca sobre el Ferrocarril Central Dominicano que en lo adelante pasaba a hacer explotado y administrado por la Improvement.

El acuerdo entre la empresa norteamericana y el gobierno de Heureaux fue firmado el 23 de Marzo de 1893, y al otro día fue sancionado mediante decreto que establecía, incluso los nombres de los acreedores nacionales que serian beneficiados todos socios y amigos de Lilis.

A este contrato siguió otro inmediatamente por un monto de 225,000 en plata corriente, que sería utilizado en la compra de armas ya ordenadas en el extranjero, para cubrir «gastos de guerra» y para gastos extraordinarios. En este empréstito el gobierno se comprometía a pagar un 2% de interés mensual a partir del 1 de Abril de 1893.

Todos estos préstamos mejoraron en el plano inmediato la agobiante situación económica del gobierno, pero a largo plazo contribuirían a su enterramiento.

Para cumplir con el arreglo que me dio tras las dificultades con Francia, el gobierno de Heureaux se obligo al pago de una indemnización de cerca de un millón de francos. Parte de este dinero lo obtuvo en Haití, que tenía una deuda contraída desde 1887, con el gobierno dominicano a causa de los acuerdos fronterizos, por medio de los cuales se hizo entrega a los haitianos de los pueblos de San Rafael, Hincha, San Miguel y la Caona, así como una gran franja territorial; el resto lo obtuvo mediante nuevos préstamos con la Improvement con lo que elevo la deuda del gobierno con esa empresa 4,000,250 millones de pesos fuertes sobre un total nacional de 16,000,000 millones de pesos fuertes.

Como se comprenderá esta deuda, para un país con una población de apenas 486,000 habitantes, y con un nivel en sus exportaciones sumamente bajo, pues acaso que alcanzaba los 2,000,000 de pesos con la renta aduaneras hipotecadas y su moneda devaluada a causa de las sucesivas emisiones monetarias fraudulentas y sin respaldo, era insostenible, pues solo los intereses que había que pagar cada año estaban muy por encima de los ingresos gubernamentales.

La crisis financiera condujo entonces a Lilis a buscar nuevos arreglos ante la Santo Domingo Improvement Company a fin de poder cubrir los gastos corrientes y de inversiones y el pago de una deuda pública externa e interior ya insostenible.

El 9 de Agosto de 1897 el Congreso de la República aprobó una ley sobre consolidación de la deuda exterior y flotante de la Republica Dominicana que hundió más al país en la dependencia del capital usurero de los Estados Unidos.

Desde 1901 hasta la intervención norteamericana del año 1916 el país, en cuanto a deuda se manejo de renegociación en renegociación para enfrentar los reclamos y exigencias de los acreedores. Los gobiernos tomando medidas, alternativas que en esos momentos podían entender necesarias para enfrentar las diferentes situaciones, algunas medidas fueron:

_ Solicitar acuerdos donde el interés anual fuera reducido a la mitad.
_ Quitar a los acreedores la intervención y administración de las aduanas, para ser administradas por la Contaduría General de Hacienda, porque el gobierno dominicano necesitaba para su presupuesto del 55% al 60% de sus entradas para la deuda extranjera un 30% distribuyéndose esta entre los diferentes grupos de acreedores y un 5% para la deuda flotante interior y un 5% para la deuda pública interior.

_ Para el año 1904 una comisión de arbitraje compuesta por dos comisionados norteamericanos y uno dominicano pronuncio su fallo sobre el acuerdo oneroso firmado por el presidente Vásquez (1901) con características de un Protectorado Financiero por parte de Estados Unidos, lo que fue protestado tanto por los acreedores europeos como los nacionales.

En el gobierno de Morales Languasco 1905 tenemos los aprestos de la intervención norteamericana la que tuvo como origen evitar el uso del derecho que tenían las potencias europeas de cobrar sus deudas a través, específicamente de la ocupación de las aduanas, lo que significa en efecto una ocupación territorial; para lo cual, y en una clara defensa de sus intereses como potencia, Estados Unidos concertó hacerse cargo de la administración de las aduanas distribuyendo los ingresos el 45% al gobierno dominicano para sus gastos y el 55% restante aplicado al pago de las obligaciones reconocidas por el gobierno dominicano. Dicho protocolo no fue aprobado por el Senado de los Estados Unidos, pero si puesto en ejecución con otro tratado provisional llamado «Modus Vivendi».

GOBIERNO DE RAMON CACERES (1905)

Este se comprometió a continuar la política económica-financiera del ex presidente Morales Languasco a sostener y defender los pactos y convenios con los prestamistas europeos y norteamericanos y el Modus Vivendi firmado por el gobierno de Roosebelt.

En esos momentos según palabras del propio presidente Cáceres, el monto total de la deuda dominicana ascendía a US$33,000,000 que devengaban un interés anual de un US$1,200,000 y una demanda por pago de amortización de $700,000, es decir una suma igual a las dos terceras partes de los ingresos anuales de las aduanas que a finales de 1905 alcanzaban a $2,000,800 que constituía la principal fuente del Estado.

El gobierno norteamericano por su parte estimaba la deuda en US$40,269,404.83 según informe que rindió al presidente Roosevelt el profesor Jacobo H. Hollander, enviado en Abril de 1905 por el mandatario norteamericano a Santo Domingo como agente confidencial suyo, para establecer el monto de la deuda.

La reducción de la deuda exterior dominicana se obtuvo debido a los acuerdos firmados en 1901 por el Dr. Francisco Henríquez y Carvajal donde se estableció la rebaja de la deuda hasta el monto de un 50%.

En cuanto a los acreedores dominicanos se acordó ajustar la deuda pendiente con descuentos altísimos: solo entre un 10% y un 50% de la deuda seria cubierta.

En cambio, a la Santo Domingo Improvement & Co, y sus asociados les seria cubierto el 90% de la deuda sin que se estipulara un arreglo de cuentas tal como habían demandado importantes sectores de la opinión pública.

Ya dentro del periodo de la dictadura norteamericana ocurrieron mas endeudamientos, como fueron una nueva emisión de bonos de 5% por valor de US$5,000,000 efectuada por el gobierno militar con la aprobación Washington.

Ya en el 1924 durante el gobierno de Horacio Vásquez con muchas dificultades económicas este continuo el camino de endeudamiento de manera acelerada a finales de este año de 1924 inicio negociaciones para la concertación de un nuevo empréstito que envolvía la suma de US$25,000,000 dólares con el propósito de consolidar la deuda externa y continuar el programa de obras publica. El gobierno de Estado Unidos condicionó la petición al establecimiento de una nueva convención, la cual fue firmada por ambos gobiernos el 27 de Diciembre de 1924.

LA DEUDA EXTERNA EN LA SEGUNDA REPUBLICA. (1865-1916)

Este periodo se caracterizo por una baja de los ingresos aduanales y baja de precios de los productos agrícolas.

En este periodo, solo para el año 1926, exactamente el 9 de Octubre, el Congreso Nacional aprobó, luego de la autorización de Estados Unidos la emisión en bonos de US$10,000,000.00 amortizables a los 14 años con un interés de 5% y una prima de 1%. Esta fue promulgada por el presidente Vásquez.

Dicha legislación establecía que tales fondos seria empleados en obras de infraestructura (construcción de acueductos, mejoras de puertos, construcción de carreteras y caminos, construcción de escuelas, etc.)

LA DEUDA EXTERNA EN LA TERCERA REPUBLICA. (1924-1930)

La segunda guerra mundial, unida a la política de «buen vecino» vigente para esos años proporcionó un clima favorable para que el gobierno dominicano lograra alcanzar un nuevo acuerdo con Estados Unidos que anulo algunos elementos irritantes de la convención de 1924, como lo era el control norteamericano de las aduanas, un viejo anhelo del pueblo y una temprana ambición de Trujillo que veía en este control un serio obstáculo para la ampliación de sus negocios.

Ese acuerdo fue alcanzado a finales de 1940 y para su firma Trujillo se traslado a Washington con el claro propósito de explotar el hecho como una conquista personal.

Dicho acuerdo, firmado el 24 de Septiembre de 1940, y que en Santo Domingo fue bautizado con el nombre de «Tratado Trujillo-Hull», elimino la receptoría y el control norteamericano sobre los aranceles y permitía al gobierno dominicano aumentar su deuda externa sin tener que pedir permiso al gobierno norteamericano.

Sin embargo, el Estado dominicano puso en garantía de pago de la deuda exterior pendiente, la que ascendía en esos momentos a 12 millones de dólares, no solo las rentas aduaneras, sino también todas sus rentas.
El gobierno norteamericano a su vez introdujo en el nuevo acuerdo un mecanismo de pago acelerado, ya que la suma a pagar por amortización de la deuda iba en aumento proporcional a los que registraran las finanzas del Estado. 3

A la llegada al poder de Rafael Leonidas Trujillo, en el año 1930, la situación económica del gobierno central era delicada. Los ingresos fiscales habían caído significativamente. Sin embargo consciente de su proyecto económico – político, dispuso de medidas fiscales y monetarias tendentes a aumentar los ingresos del Gobierno, para lo cual no escatimo ningún tipo de esfuerzos. También se propuso el pago de la deuda externa, lo que logro totalmente en Julio de 1947.4

Para el 1955 Trujillo se vio forzado a emitir dinero sin respaldo y a obtener préstamos en el Bank Of. Nova Scotia, por la suma de 18 millones de dólares, para lo cual tuvo que entregar a esa Entidad Financiera como garantía la reserva en oro del Banco Central que Ascendía a 16 millones de dólares.

LA DEUDA EXTERNA EN LA DICTADURA DE TRUJILLO. (1930-1965)

Para este periodo, la deuda externa global dominicana tuvo un crecimiento sostenido, al pasar de US$161.0 millones en el 1966 a US$1,353. millones en el 1978.

En el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer la orientación de la política económica del gobierno, el desvió de las divisas hacia la industria de la construcción, servicio y no hacia la producción agrícola, conjuntamente con el creciente aumento de la deuda externa, debido a los déficit de la balanza de pagos, arrojan ya en 1969 un saldo desfavorable en la balanza comercial del país.

Sin embargo el aumento creciente de los precios en el mercado mundial favoreció el volumen en RD$ de las exportaciones dominicanas de los años anteriores hasta el 1974.


LA DEUDA EXTERNA EN EL GOBIERNO DEL DR. JOAQUÍN BALAGUER. (1966-1978)

En este periodo el endeudamiento externo fue usado como un mecanismo de financiamiento para la acumulación de capitales y el consumo superfluo; otra causa fue la progresiva desvalorización del peso dado el uso abusivo en la práctica de emisiones inorgánicas; el financiamiento del déficit de la balanza de pagos.

Dada la imposibilidad de «racionalizar» las importaciones a través de sanciones políticas específicas se incremento el endeudamiento externo para financiar nuevas importaciones que se traspaso a través de medidas administrativas, la papa «caliente» al mercado paralelo dando lugar a la flotación de la moneda nacional.

El incremento de la deuda externa para financiar el déficit externo en los últimos dos años ha terminado erosionar la capacidad de endeudamiento externo del país. En efecto junto a las presiones derivadas de la política de endeudamiento creciente, adoptadas desde 1978 se encuentra el endeudamiento para financiar la balanza de pagos.

Desde 1979 hasta la fecha la deuda externa desembolsada ha superado los 1,800 millones de dólares, mientras la contratada se acerca a los 3,000 millones de dólares en todo el periodo. A Septiembre de 1981 el valor adeudado era de 1,174.6 millones de dólares, mientras el disponible era de 471 millones lo que totalizaba 1,645.60 millones de dólares. Este crecimiento produce necesariamente un incremento de los pagos por conceptos del servicio de la deuda.
A estos factores se suma el endurecimiento progresivo de las condiciones de financiamiento internacional.5

Para el 1978 la deuda externa global era de US$1,353 millones.

LA DEUDA EXTERNA EN EL GOBIERNO DE DON ANTONIO GUZMÁN FDEZ. (1978-1982)

LA DEUDA EXTERNA EN EL GOBIERNO DEL DR. SALVADOR JORGE BLANCO. (1982-1986):

Para este periodo, la deuda externa global dominicana tuvo un crecimiento sostenido, al pasar de US$2,923 millones en el 1982 a US$3,810 millones en el 1986.

El desequilibrio que experimento la economía tanto a lo interno como lo externo en este periodo llevo a las autoridades a firmar un acuerdo con FMI, en el año 1983.

Dicho acuerdo buscó que la economía dominicana produjera el excedente necesario para el pago de la deuda externa.

A partir de este año la puesta en vigencia del acuerdo hizo traspasar una parte importante de las importaciones que se hacían a través del mercado oficial al mercado privado esto provoco devaluaciones excesivas en el peso dominicano.

Algunas medidas que se desprendieron del acuerdo fueron:
• Reducir el gasto público y el consumo.
• Disminuir la emisión de dinero inorgánico.
• Suplir el déficit de la Balanza de Pago.

Aunque este gobierno ensayo un nuevo modelo para el aumento de la exportación tratando de promover productos de exportación no tradicionales, esto no tuvo gran efecto, pues seguía sobre poniéndose el peso de la deuda externa dado las altas tasas de intereses en los bancos, la baja del precio del azúcar (exportación), el aumento constante de los gastos corrientes del Estado, la ineficiencia de las empresas Corde y la deficiencia administrativa han impedido el crecimiento esperado.

El acuerdo fue suspendido en Septiembre del 1983, porque el país no cumplió con los fuertes ajustes previstos. El FMI llego solo a desembolsar US$130 millones.

LA DEUDA EXTERNA EN EL GOBIERNO DEL DR. JOAQUÍN BALAGUER. (1986-1996)

En el año 1986, el Dr. Balaguer encontró la deuda externa en 3,810 millones de dólares.

En este periodo se suspendió el pago de la deuda externa; lo que contribuyó a aislar a la Rep. Dom. (en el periodo de 1986-1990), aumentando la deuda externa a 3,900 millones de dólares.

A finales del año 1990, Balaguer retornó a las negociaciones con el FMI. Se inicio así un programa de reestructuración económica sustentado en la reforma arancelaria y financiera.

Durante el 1995 el sector público de la Republica Dominicana recibió recursos provenientes de financiamientos externos de mediano y largo plazo por US$208.3 millones y US$169.81 millones a corto plazo incluyendo operaciones corrientes y avances para ser pagados con futuras exportaciones, para un total de US$378.11 millones. A sí mismo el servicio de la deuda ascendió US$462.29 millones excluyendo lo de las operaciones corrientes con Bancos Comerciales bajo líneas de crédito renovables, líneas que no son más que facilidades crediticias cuyas transacciones se incluyen como deuda por fines metodológicos que de agregarse elevan el monto del servicio a US$581.46 millones de los cuales US$384.50 millones corresponden a capital y US$196.96 millones a intereses.

Además se promulgaron nuevos Códigos de Trabajo tributario (1992).

LA DEUDA EXTERNA EN EL GOBIERNO DEL DR. LEONEL FERNÁNDEZ REYNA. (1996-2000)

El gobierno del Dr. Leonel Fernández encontró en el año 1996 una deuda externa de US$3,994 millones, dejándola al termino de su periodo de gobierno en el año 2000 en US$3,676 millones, disminuyendo esta, lo que permitió que la Rep. Dom. No siguiera por el camino del endeudamiento externo. De acuerdo con las cifras el Dr., Leonel Fernández disminuyo la deuda en un 10%, lo que equivale a más o menos US$300 millones de dólares.

LA DEUDA EXTERNA EN EL GOBIERNO DE HIPÓLITO MEJÍA. (2000-2004.)

A finales de 2000 la deuda externa ascendía a 3,384.8 millones de dólares. En ese momento el gobierno defendía la tesis de que Rep. Dom. era uno de los países menos endeudado de América latina. Con esa justificación se hicieron dos emisiones de bonos soberanos por un monto conjunto de 1,100 millones de dólares, además de otros préstamos con bancos internacionales privados y organismos multilaterales.

No se contaba en ese momento con el «shock interno» de la quiebra de tres bancos comerciales que obligo al Banco central a ceder facilidades en aportes de liquidez y adelantos de redescuentos por 98 mil millones de pesos a esas entidades financieras lo que incluyo garantizar ahorros por 60 mil millones de pesos a los clientes de esas entidades.

A finales del 2001 el monto de la deuda era de 4,137.3 millones de dólares, de los cuales el 28% era con la banca privada y el resto con entidades multilaterales y otras naciones.

La deuda con la banca privada registró un importante aumento con relación al 2000, cuando era 18.9% lo que rompe con la tendencia registrada en el último lustro. Este incremento es considerado una importante causa del elevado servicio de la deuda en dólares lo que fue incrementado con la segunda emisión de bonos soberano por 600 millones de dólares en Enero de 2003.

Para el 2003 se registró un incremento de la deuda interna causado por el pago de los interés de los certificados financieros que el Banco Central que emitió para rescatar a tres bancos quebrados, atrasos con suplidores del Estado y la compra de las Edes.

Para el termino del mandato de Hipólito Mejía en el 2004, la deuda externa terminó en 9 mil 700 millones de dólares.

Escrito por el periodista Armando Guzmán para Noticiaspordentro.net