El volcán Tungurahua, en el centro andino de Ecuador, continúa arrojando material incandescente tras reactivarse su erupción el domingo, lo que derivó en la declaratoria de la alerta naranja para varias poblaciones, se informó el martes oficialmente.



Durante el lunes por la noche hubo buenas condiciones climáticas en la zona del macizo, de 5.029 metros de altura y a 135 kilómetros al sur de Quito, que permitieron observar la «salida permanente de material incandescente», señaló el Instituto Geofísico en su más reciente informe.

Agregó que «esta actividad se ha caracterizado por la expulsión de bloques incandescentes, que se han elevado más de 300 metros sobre el nivel del cráter, y el rodar de los mismos por todos los flancos hasta una distancia de 400 a 500 metros desde el borde».



Entretanto, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) en la provincia de Tungurahua está en sesión permanente frente al incremento de la actividad volcánica y la declaratoria el lunes de la alerta naranja (previa a la roja, de máxima peligrosidad) en las zonas de influencia, indicó la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR, Defensa Civil).

El ente añadió que las autoridades también han inspeccionado el estado de albergues, mientras que las Fuerzas Armadas y la Policía trabajan en conjunto para enfrentar la crisis.

Ante el «aumento súbito de la actividad eruptiva» del Tungurahua, que emite lava desde 1999, se ordenó el cambio del nivel de peligrosidad de amarrillo a naranja, según la SNGR.

«Debido al nivel de alerta, las poblaciones ubicadas en zonas de riesgo como Cusúa y Juive (en Tungurahua) y Palictahua y Manzano (en la provincia de Chimborazo) evacuaron voluntariamente a reasentamientos más seguros», apuntó el organismo de socorro el lunes.

El martes, el Instituto Geofísico recomendó que la población «no permanezca» en zonas de alto riesgo «debido a que el actual proceso eruptivo se inició de manera muy abrupta y ha generado desde su inicio varios flujos piroclásticos que han afectado la parte superior de los flancos del volcán».

En los alrededores del Tungurahua se asientan varias poblaciones como la turística Baños, cuyos 15.000 habitantes fueron evacuados a la fuerza en 1999, cuando se inició la erupción, y pudieron regresar a sus casas después de un año.

En diciembre de 2010, las autoridades decretaron el alerta roja ante una reactivación del Tungurahua («Garganta de fuego» en quichua) que entonces forzó la evacuación de pobladores y turistas.

AFP