QUITO. Doce personas murieron ya por un brote de rabia transmitida por murciélagos en una apartada localidad indígena del sureste de Ecuador, fronteriza con Perú, informó este miércoles una autoridad local.



«Esta emergencia va cobrando ya 12 víctimas mortales», dijo Celestino Wisum, alcalde de Taisha, un poblado de la provincia amazónica de Morona Santiago donde se concentra la epidemia. El funcionario agregó que una de las fallecidas estaba embarazada.

Un reporte dado a conocer la semana pasada por el ministro de Salud, David Chiriboga, había dado cuenta de ocho niños muertos.



El alcalde cuestionó la estrategia del gobierno para controlar la emergencia, la cual incluye un plan de vacunación y la matanza de los murciélagos infectados con la rabia humana.

«No se justifica decir que se está vacunando a la gente, la atención tiene que ser permanente. Tenemos un solo hospital sin equipamiento necesario ni personal especializado en enfermedades tropicales», dijo al canal Teleamazonas.

Wisum y el ministro se reunían este miércoles en Quito para adoptar nuevas estrategias.

El brote afecta a tres comunidades de Taisha, habitadas en forma dispersa por unas 540 personas y a las que solo se puede acceder por vía aérea, según Chiriboga.

El ministro sostuvo que es una enfermedad «muy grave», difícil de diagnosticar y cuyo único tratamiento es la vacunación, aunque «una vez que los síntomas se han instaurado se torna mortal».

Asimismo, aseguró que el programa de inmunización enfrenta la resistencia de algunos indígenas que consideran que la epidemia tiene un origen sobrenatural, por lo que acuden primero a chamanes (curanderos).

Debido a ello, el presidente Rafael Correa instó a los pobladores a «no temerle a la medicina moderna», pues «muchos de los mordidos no fueron al médico sino al chamán» y cuando recibieron las vacunas era demasiado tarde.

AFP