RIO DE JANEIRO. Al menos 539 haitianos entraron ilegalmente a Brasil por la frontera con Perú y Bolivia en cuatro días, confirmó a la AFP el gobierno del estado fronterizo de Acre (noroeste), que contabiliza sólo allí un total 1.250 inmigrantes del país caribeño.

«El año pasado teníamos 711 haitianos, pero en los últimos cuatro días llegaron más y hasta ayer (lunes) contabilizamos el total de 1.250 haitianos», explicó a la AFP Andrea Zilio, portavoz del gobierno de Acre.



Según Zilio, 345 haitianos recibieron un visado de dos años y ya pueden sacar los documentos exigidos para buscar un empleo en Brasil.

«Desde el inicio, el gobierno ha ayudado a los haitianos con alojamiento, agua y tres comidas al día. Pero la situación está cada vez más complicada porque la ciudad no tiene cómo albergar a todas esas personas ni cómo mantenerlas», alertó.



La cifra de recién llegados aumentó en los últimos días luego de un rumor de que la Policía Federal, responsable de la custodia de las fronteras, comenzaría a expulsar haitianos a partir del 31 de diciembre, lo que el gobierno desmintió.

El estado de Acre también ha recibido recientemente a través de la frontera con Bolivia y Perú a muchos musulmanes, que a diferencia de los haitianos no reciben el estatuto de refugiados, indicó el martes el diario O Globo.

El gobierno deportó en los últimos días a 100 ilegales entre paquistaníes, indonesios y afganos, precisó el periódico.

Las autoridades estiman que la inmigración desde Haití a Brasil es dirigida por «coyotes» mexicanos que tradicionalmente trafican personas a Estados Unidos.

«Por lo que investigamos, cobran entre 2.000 y 5.000 dólares a los interesados», dijo a O Globo Luiz Paulo Barreto, ministro interino de Justicia, al señalar que los haitianos ven en Brasil las oportunidades que no consiguen en su país, devastado por un terremoto en 2010.

Los haitianos viajan por avión desde Puerto Príncipe a Quito y de ahí en carro, bus o camión hasta Perú y Bolivia para pasar la frontera por trochas, según las autoridades, que indicaron que los principales destinos de estos inmigrantes una vez regularizados son Manaos (Amazonas), Porto Velho (Rondonia) y Sao Paulo.