BUENOS AIRES. La justicia argentina rechazó la apelación del laboratorio estadounidense GlaxoSmithKline y le ordenó el pago de una multa de cerca de 230.000 dólares por irregularidades cometidas en las pruebas de una vacuna en niños de familias pobres, informó el martes una fuente judicial.

La sanción también alcanza a dos médicos y está relacionada con fallas en ensayos clínicos que se llevaron a cabo entre 2007 y 2008 en las provincias de Santiago del Estero (norte), Mendoza y San Juan (noroeste), para monitorear el desarrollo de una vacuna contra la neumonía y la otitis media.



El laboratorio y los dos investigadores «incumplieron requisitos legales básicos para llevar adelante las pruebas en casi 14.000 chicos», según la investigación realizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

El organismo dispuso en su momento una multa que la empresa apeló, pero fue finalmente confirmada por el juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky, informó un portavoz de ese juzgado.



En las inspecciones realizada por la ANMAT sobre los ensayos, se detectaron fallas en el procedimiento de obtención del consentimiento, vulnerando derechos de los pacientes, recordó el organismo en un comunicado divulgado este martes.

El caso tomó estado público a raíz de una investigación realizada por el diario Clarín en 2007, que reveló que varios de los padres de niños inoculados en Santiago del Estero eran analfabetos y no comprendían los términos científicos incluidos en el formulario que firmaban para consentir el estudio.

El ANMAT aclaró que no se había producido ninguna muerte a raíz de los ensayos y que «la vacuna se encuentra aprobada y en vigencia en más de 80 países (entre los que se incluye Argentina), dentro los cuales se encuentran todos los de alta vigilancia sanitaria».

La Federación Sindical de Profesionales de la Salud de Argentina (FESPROSA), citada por la prensa local, dijo que en el país «no hay figura del código penal que castigue a los investigadores inmorales» y, por lo tanto, «los culpables de usar a nuestros niños pobres como conejitos de indias ni siquiera pasarán por un juzgado».

AFP