MARSELLA.  El fundador de la empresa francesa fabricante de implantes mamarios PIP, Jean-Claude Mas, asumió ante los investigadores que produjo un gel de silicona no homologado, derivado de una fórmula propia y disimulado al organismo certificador.

Según él, sus prótesis, sospechosas de provocar cáncer, no representan «ningún riesgo para la salud».



La empresa está en el centro de un escándalo mundial, que concierne a millares de mujeres en numerosos países, por la fabricación de implantes mamarios defectuosos. El escándalo se intensificó esta semana al revelarse que las prótesis contenían un aditivo para carburantes.

«Sabía que ese gel no estaba homologado, pero lo hice adrede porque el gel PIP era más barato (…) y de una calidad mucho mejor», dijo Mas en octubre a los gendarmes que investigaban el caso, según la retranscripción del interrogatorio efectuado durante su detención y consultado por la AFP.



Mas dijo que «a partir de 1993», es decir dos años después de la creación de la empresa PIP, dio «la orden de disimular la verdad» al organismo certificador alemán TÜV, años antes de la salida al mercado de los implantes ahora incriminados.

«Era una rutina; yo daba la orden de disimular todos los documentos relativos al gel PIP no homologado, y en cuanto a los envases (de ese gel), los empleados se las arreglaban para hacerlos desaparecer», explicó en su interrogatorio.

Según el fundador de PIP, las mujeres denunciantes son «personas frágiles o personas que hacen eso sólo por dinero».

Mas, de 72 años, es objeto en Francia de dos investigaciones judiciales por «engaño agravado» y «heridas y homicidio involuntarios». Fue interrogado en dos ocasiones, pero no ha sido inculpado.

Este jueves salió de su silencio denunciando en un comunicado el «número impresionante de mentiras» difundido según él a propósito del escándalo en el que está implicado.

AFP