El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo ratificó que en este proceso electoral “no hay ninguna posibilidad” de que el gobierno aumente el precio de la electricidad a la población, y que cualquier decisión en torno a ese asunto corresponderá al que asuma en agosto, después de las elecciones del 20 de mayo próximo.



Temístocles Montás comentó que la propuesta del Fondo Monetario Internacional de aumentar gradualmente la tarifa eléctrica es lo que se discute con ese organismo y que no ha permitido el conocimiento conjunto de la séptima y la octava revisión del acuerdo stand by de dos años que culmina este febrero.

El funcionario fue entrevistado por Cristhian Jiménez y Geomar García en A Diario, transmitido de lunes a viernes, de 6:00 a 8:00 de la mañana por Digital 15, informó la Unidad de Comunicaciones del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.



Montás consideró que en lugar de incrementar el precio del kilovatio, aumentado casi un 20% hace un año, lo procedente es persistir en potenciar aún más una buena administración en las distribuidoras de electricidad regenteadas por técnicos contratados por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales.

“Por lo menos en este periodo electoral, no hay posibilidad de que se aumente la tarifa eléctrica. Es una decisión del gobierno del presidente Leonel Fernández. Eso tendería que ser una decisión del nuevo gobierno”, reiteró Montás.

Recordó que el sector eléctrico es el que más afecta los ingresos fiscales porque en el 2010 se pagaba el petróleo a US$66.3 el barril y éste 2011 recién pasado a US$94, lo que disparó lo presupuestado para electricidad de US$350 millones originalmente a US$630 millones y luego a más de US$900 millones.

En ese sentido, el ministro negó versiones de que el futuro presupuestario inmediato del país será tan incierto que el gobierno que asuma en agosto próximo apenas hallará fondos para pagar la nómina del personal estatal y cubrir los gastos fijos.

No obstante, recordó que no debe perderse de vista que el país se desenvuelve en una situación económica y financiera internacional tan delicada que en estos momentos no se sabe qué terminará ocurriendo en Europa, bajo pronósticos de recesión, y en Estados Unidos bajo aprehensión persistente, a pesar de que tuvo un mejoramiento en el nivel de empleo a final de año.

“Si esas expectativas de recesión en Europa y la situación económica estadounidense se concretaran, evidentemente que tendrá efecto en el país. Tenemos una economía muy abierta, por cuanto lo que ocurra en Estados Unidos y en Europa termina impactando fuertemente a la República Dominicana”, a través del comercio, las inversiones y el turismo, previno Montas.

En ese sentido, dijo que en lugar de fustigar la oposición debía felicitar al gobierno porque ha sabido afrontar una serie de choques como la crisis heredada del fraude bancario a su llegada al poder en 2003, que fue seguida por la severa escalada de precios del petróleo y los alimentos de 2008 y que, sin que se disipara totalmente, ha resurgido.

En torno a la política de creciente endeudamiento, Montás lo estimó en sólo un 4% del PIB, y lo atribuyó a la situación externa, pese a lo cual el gobierno recibe créditos porque paga, y citó que mientras ingresaban US$2,600 millones en préstamos se pagaban US$2,700 millones.