Un plato más pequeño no ayuda a comer menos, afirma un estudio que desafía una creencia común.



«Con frecuencia, se recomiendan platos más pequeños como forma de controlar la ingesta, pero sencillamente no es una estrategia eficaz», señaló en un comunicado de prensa la investigadora principal Meena Shah, profesora de kinesiología de la Universidad Cristiana de Texas, en Fort Worth. «El tamaño del plato no tuvo ningún efecto en la ingesta energética en la comida, ni tampoco el estatus de peso o el tamaño del plato según el estatus de peso.

El estudio incluyó a diez mujeres con sobrepeso u obesas y a diez mujeres de peso normal que se asignaron al azar a almorzar usando un plato pequeño (de 22 centímetros u 8.5 pulgadas) o un plato grande (de 27 centímetros o 10.8 pulgadas). Se dijo a las mujeres que se sirvieran y comieran hasta sentirse satisfechas.



Las mujeres lo hicieron en dos días distintos, usando un plato de distinto tamaño cada vez.

«Es posible que el tamaño del plato no tenga un impacto sobre la ingesta energética porque las personas comen hasta sentirse llenas independientemente de los utensilios que usen», apuntó Shah.

Anotó que las mujeres con sobrepeso y obesas «reportaron niveles más bajos de hambre y consumos prospectivos antes de las comidas, y se sintieron menos llenas después de las comidas, en comparación con los sujetos de peso normal a pesar de que no hubo diferencias en el consumo de energía entre los dos grupos. Esto sugiere que los individuos con sobrepeso u obesos podrían tener una menor capacidad de sentir hambre y satisfacción que los adultos de peso normal».

El estudio aparece en una edición reciente de la revista Journal of Human Nutrition and Dietetics.

Fuente HealthDay News