SEÚL. Corea del Norte confirmó el miércoles que aceptó suspender sus ensayos nucleares y de misiles, así como el programa de enriquecimiento de uranio, a cambio de ayuda alimentaria de Estados Unidos.

El acuerdo con Washington, que Estados Unidos confirmó al mismo tiempo que Pyongyang, representa un posible avance en los intentos de impedir que Corea del Norte prosiga con su programa de fabricación de armas atómicas tras la muerte de su líder Kim Jong-il en diciembre pasado.



Corea del Norte «ha accedido a implementar una moratoria para el lanzamiento de los misiles de largo alcance, las pruebas nucleares y las actividades nucleares en (la instalación nuclear de) Yongbyon, incluyendo el enriquecimiento de uranio», afirmó la portavoz del departamento de Estado, Victoria Nuland.

El acuerdo se concluyó tras conversaciones bilaterales que tuvieron lugar la semana pasada en Pekín, las primeras de este tipo desde que Kim Jong-un, el joven hijo del fallecido líder, tomó las riendas del país.



Las autoridades norcoreanas afirmaron que Estados Unidos les prometió 240.000 toneladas de «ayuda alimentaria» y la posibilidad de obtener más posteriormente.

Corea del Norte indicó que permitirá que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), un organismo de control de las Naciones Unidas, supervise la moratoria sobre el enriquecimiento de uranio.

Las potencias occidentales consideran que este enriquecimiento podría brindar a Corea del Norte un segundo camino para fabricar armas atómicas. El primero es el programa de plutonio que posiblemente haya permitido a este país producir el material necesario para fabricar entre seis y ocho armas atómicas.

Pyongyang agregó que Estados Unidos propuso discutir el levantamiento de las sanciones y el suministro de reactores de agua liviana para generar electricidad en forma prioritaria, una vez que se hubiera reanudado la negociación multilateral (Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Corea del Norte y Corea del Sur) sobre su desarme nuclear.

Las conversaciones de Pekín se centraron en persuadir a Corea del Norte de que volviera a la mesa de negociaciones que había abandonado en abril de 2009.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, calificó de «modesto primer paso» la propuesta norcoreana.

«El anuncio de hoy representa un modesto primer paso en la dirección correcta», dijo Clinton a los legisladores estadounidenses. «Por supuesto vamos a estar observando detenidamente y juzgaremos al nuevo liderazgo de Corea del Norte por sus acciones», agregó.

Por su parte, la AIEA calificó de «importante paso adelante» la moratoria sobre los ensayos y otras actividades nucleares de Corea del Norte.

«En la medida en que se ajusten algunos detalles, estamos preparados para regresar a Yongbyon para llevar a cabo actividades de supervisión», puntualizó el director de la AIEA, Yukiya Amano, en un comunicado.

El canciller de Japón, Koichiro Gemba, también expresó su satisfacción.

Según el experto en temas relativos a Corea del Norte L. Gordon Flake, director de la fundación Mansfield, «los norcoreanos aceptaron una moratoria e inspecciones a cambio de algo que igual estábamos dispuestos a darles, por lo cual se trata de un buen acuerdo para Estados Unidos».

AFP