BEIRUT. Más de 8.500 personas, mayoritariamente civiles, murieron desde el inicio de la rebelión en Siria en marzo de 2011, anunció este jueves el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).



Entre las víctimas figuran 6.195 civiles, así como 2.263 soldados y miembros de los servicios de seguridad, entre ellos 428 desertores que se habían pasado a las filas de los rebeldes, precisó el jefe del OSDH, Rami Abdel Rahman.

A finales de febrero, el secretario general adjunto de la ONU, Lynn Pascoe, había estimado que la represión había dejado «probablemente mucho más que 7.500 muertos» en Siria.



AFP