CHICAGO.  Una joven estadounidense que ganó un millón de dólares en una lotería continuó recibiendo ayuda del gobierno para comprar alimentos, que el estado de Michigan (norte) le seguía enviando por error.

Amanda Clayton, quien podría enfrentar cargos por fraude, no parecía sentir vergüenza por seguir recibiendo cupones de alimentación destinados a personas de escasos recursos cuando un canal de televisión local la sorprendió descargando su bebé y sus compras de su nuevo automóvil y llevando las bolsas a su nueva casa en el barrio de Lincoln Park.



Esta joven de 24 años, que en septiembre pasado ganó el premio mayor de la lotería, ha seguido recibiendo unos 200 dólares al mes en cupones de alimentos.

«Pensé que iban a dejar de pagarme, pero como no fue así, pensé que estaba bien… porque no tengo trabajo», explicó a la cadena de televisión.



Cuando le preguntaron si necesitaba vivir a expensas del contribuyente en un país profundamente endeudado, respondió que el premio no fue tan grande en realidad. Al final quedó en 700.000 dólares por retirarlo inmediatamente y debió pagar 200.000 dólares en impuestos, dijo.

«Creo que está bien porque no tengo ingresos y tengo facturas que pagar», dijo Clayton a la cadena de televisión. «Tengo dos casas… y la estoy peleando».

En Michigan, dos proyectos de ley obligan a los organizadores de loterías a comunicar a los servicios sociales estatales el nombre de los ganadores de premios de más de un millón de dólares.

Tras el reportaje de la televisión, difundido el lunes, el departamento de servicios sociales de Michigan, respondió diciendo que apoya esas iniciativas. «Vamos a continuar nuestra lucha contra todo fraude y el abuso de nuestro sistema de bienestar social», indicó.

AFP