BEIRUT. Cerca de 10.000 personas, en su mayoría civiles, han muerto en Siria desde el inicio hace poco más de un año de la revuelta contra el régimen del presidente Bashar al Asad, según una ONG opositora siria.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), 9.734 personas han muerto, de las cuales 7.056 civiles y 2.678 soldados del régimen y desertores.



Según la ONU, más de 30.000 sirios huyeron de la represión ejercida por el régimen y se refugiaron en los países vecinos, y unos 200.000 se han desplazado en el interior del país desde el 15 de marzo de 2011.

Con el paso de los meses, las manifestaciones pacíficas se han visto eclipsadas por la militarización de la revuelta. Miles de desertores reunidos en el Ejército Sirio Libre (ESL) tomaron las armas contra el régimen.



AFP