Con el arresto del piloto de Joaquín “Chapo” Guzmán, jefe del peligroso Cártel de Sinaloa, y otro presunto miembro de esa organización criminal, se elevan a diez los narcotraficantes mexicanos que han sido capturados y expulsados del país en los últimos 14 meses, vínculados al fugitivo capo mexicano.

Siete de ellos han sido extraditados a Estados Unidos, incluyendo al piloto, hombre de confianza del Chapo Guzmán, y su compañero, que fueron capturados hace unos días en un hotel de Santo Domingo.



Sólo fueron identificados por los apellidos Chávez Ramírez y Alvarado Torres por una fuente de inteligencia que reveló el dato al periódico  LISTÍN DIARIO.

Las actividades del Cártel de Sinaloa en la región norte del país fueron detectadas por los organismos antinarcóticos hace alrededor de dos años, tras el descubrimiento de químicos para diluir espefacientes y negocios de farmacias financiadas por presuntos narcotraficantes mexicanos, según denunció entonces el presidente de la DNCD, mayor general Rolando Rosado Mateo.



Pero fue con el testimonio del mexicano Luis Fernando Bertulucci Castillo, conocido como “Capitán Rey”, quien fue capturado en julio del 2011, cuando las autoridades del país y los organismos antidrogas de Estados Unidos, detectaron la ramificación de Sinaloa en el país.

El mexicano Bertulucci fue arrestado junto a su compatriota Marwan Chebli Chebli, y los dominicanos José Antonio Contreras, Leonel Gómez Guzmán y Miguel Antonio Rosa, que también eran requeridos por un tribunal del suroeste de La Florida y Massachussets.

El grupo se le imputó ser parte del brazo de la temible red criminal mexicana, encabezada por uno de los fugitivos más buscados y más opulentos del mundo.