CARACAS. El presidente venezolano, Hugo Chávez, mantenía este miércoles su discreción desde que llegó el sábado a La Habana para recibir las últimas fases de radioterapia contra el cáncer que padece, comunicándose sólo por su cuenta Twitter, desde donde sigue y anima los actos de su gobierno.

Desde la red social, Chávez llamó a sus seguidores a buscar «10 millones» de votos para garantizar su victoria en las presidenciales del 7 de octubre, en las que buscará un tercer mandato de seis años, e incluso pidió a una de sus ministras «acelerar y profundizar» uno de sus populares programas sociales.



El mandatario, que ha escrito unos cuatro o cinco mensajes diarios en Twitter esta semana, se mantenía así alejado de la escena pública, mientras se somete a los dos últimos ciclos de radioterapia en Cuba, de donde se desconoce cuándo regresará.

Durante las tres primeras fases de radioterapia, que recibió en Cuba desde marzo, el mandatario pasaba cinco días en La Habana recibiendo tratamiento y dos en Venezuela, encabezando algún acto o encuentro con sus seguidores.



Pero en esta última ocasión, Chávez, de 57 años, pidió permiso al Parlamento para ausentarse por más de cinco días del país y someterse de una vez a las dos últimas fases de radioterapia, que está recibiendo tras haber sido operado a fines de febrero -también en Cuba- de una recurrencia de cáncer.

En general, el mandatario ha sido más discreto y ha realizado menos contactos con Venezuela desde Cuba durante el tratamiento de radioterapia que durante el de quimioterapia, que también recibió en La Habana en 2011, luego de que en junio del año pasado le diagnosticaran cáncer por primera vez.

Hasta ahora no se conoce públicamente qué tipo de cáncer contrajo Chávez ni dónde estaban las formaciones malignas que le fueron extraídas, aunque el mandatario dijo que el segundo tumor creció en el mismo sitio donde estaba el primero.

El viernes, antes de volver a Cuba, Chávez encabezó un acto de masas desde el Balcón del Pueblo del palacio presidencial de Miraflores, en una aparición inhabitualmente breve para un mandatario muy dado a las largas intervenciones públicas.

Las dudas sobre la gravedad de su enfermedad resurgieron durante la Pascua cuando en una emotiva misa, el mandatario pidió a Dios que le diera «vida» porque, dijo, todavía le «quedan cosas por hacer».

AFP