Santo Domingo. Dos vástagos de la hija de un sacerdote fueron excluidos del instituto católico San Juan Bautista, supuestamente porque la madre de estos reclama los bienes dejados por el padre, incluyendo al centro educativo, los inmuebles están valorados en más de 100 millones de pesos.

En carta dirigida a María de las Nieves de Santa Faz Ruiz, hija del fallecido sacerdote Raúl Antonio Peguero Guerrero, se expresa: “Por medio de la presente nos dirigimos a usted con la finalidad de comunicarle que los estudiantes Príamo Raúl Morel Ruiz y Sebastián Antonio Morel Ruiz no serán admitidos para el año escolar 2012-2013, por no estar en condiciones de cumplir las normas del reglamento interno”.



La misiva es firmada por el director de la señalada academia, el reverendo Manuel Antonio Ruiz de la Rosa.

Pero la defensa Santa Faz Ruiz aduce que desde el colegio se está actuando con retaliación, por el reclamo que hace la hija del extinto sacerdote.



La defensa de Ruiz que ella está siendo víctima de abuso de confianza, de extorsión, asociación de malhechores, así como de falsedad en escritura por parte del miembro de la Junta Monetaria Luis Emilio de Luna Peguero, Fior Julieta Porcella Lluberes , Sócrates Andújar y Carlos Manuel Solano.

Aducen que al morir el religioso el 6 de abril del 2011, dejó un acto testamentario al economista de Luna Peguero para que éste distribuyera los bienes a los herederos, quien según la acusación no le entregó todos los bienes que le corresponden a la única hija biológica que dejó el cura.

Peguero Guerrero dejó supuestamente bajo la protección de su hija a de Luna Guerrero, pero resulta que en junio del 2011 se inició la distribución de los bienes dejados por el sacerdote, donde aparece un supuesto acto legatario que apenas le asigna el 2% de los bienes a la protegida, así como títulos de algunos inmuebles y certificados bancarios a nombre de de Luna Peguero y de ella, para que los mismos le fueran entregado a María de Las Nieves de la Santa Faz Ruiz cuando cumpla la mayoría de edad, pero el acto se hizo cuando ella ya era adulta.

El sacerdote era el dueño del Instituto San Juan Bautista, el cual supuestamente había donada a la Iglesia Católica.

Por Domingo Berigüete para Ensegundos.net