Los partidos políticos nuestros (todos) deben hacer en su interior una especie de profilaxis, de limpieza y tratar de que su militancia, en sentido general, tenga conciencia plena de la responsabilidad de pertenecer a un partido.

Después este domingo 20, día de las elecciones y en el que podamos elegir a la persona que va a dirigir los destinos de nuestra sociedad, es de mucha importancia que cada uno de nuestros partidos se dé cuenta que la política y politiquería es solo un asunto coyuntural, y que el país está por encima de todo, incluyéndolos a ellos mismos.



Prueba de ello es que en 1838, un grupo de jóvenes, encabezado por Juan Pablo Duarte y Díez, constituyeron un movimiento (La Sociedad Secreta – La Trinitaria) cuyo objetivo principal fue y era lograr independizarnos del yugo haitiano y luego hacer de nuestra sociedad, en vez una utopía, una realidad.

Los partidos, y quienes los componen, están compelidos a llevarle a la sociedad un cambio en la percepción del electorado, para que el pueblo disfrute del privilegio de sentirse representado y satisfecho con quienes lo represente, sobre todo en momentos como estos de elecciones.



Si los partidos políticos evitaran el derroche de dinero, el transfuguísmo, la politiquería barata y decepcionante, el clientelismo, etc., las cosas en nuestro país fueran diferentes, y hasta el país mismo, que es de todos los dominicanos y dominicanas.

Nunca antes como ahora los partidos deben revisarse por dentro, hacer levantamiento y estudios, de qué les hace falta para con ellos el país coja otro rumbo, que es el que debería llevar y es el que no lleva hoy, que es lo que en verdad nos hace falta.

En años anteriores los partidos, todos, tenían un instituto de formación los cuales en su mayoría llevaban orgullosamente el nombre de cada uno de sus respectivos líderes; Instituto de Formación Dr. Joaquín Balaguer, Instituto de Formación Dr. José Francisco Peña Gómez e Instituto de Formación Prof. Juan Bosch. Qué orgullo.

Es lamentable que estos centros de formación hayan desaparecido, y se nota puesto que los políticos de una nueva generación carecen de esa noción de responsabilidad que les habían inculcado sus jefes y líderes políticos.

Los partidos, por dentro, deben hacer una profunda y exhaustiva revisión y hasta llamar a sus militantes a trabajar por esta sociedad, más que por su partido y mucho más aún por sus intereses particulares, que es lo que impera en nuestro argot político.

Al parecer, nadie quiere casarse con la gloria en ese sentido, porque esto conllevaría a una profunda división familiar (en términos políticos), pero es necesario, tanto por la vagabundearía que hay entre ellos, como por los individuos inescrupulosos que hay en la membresía de cada uno de nuestros partidos.

Después del accionar ejemplar de nuestros padres de la patria y otros efímeros presidentes y lideres políticos, el legado dejado por los últimos caudillos; Balaguer, Peña y Bosch, la República Dominicana se ha quedado huérfana en el liderazgo y en el buen deseo de que esta sea una sociedad que en verdad se encamine por buenos senderos, por la irresponsabilidad de quienes hoy nos gobiernan. PRD, PLD y PRSC, entre otros. Piénsenlo.

El domingo es el mejor día para demostrar lo que queremos y lo que deseamos para esta sociedad, lo mejor sería no quedarnos en casa y ejercer el voto, pero también hay que dar un ejemplo a quienes por años nos han tomado el pelo.

Los partidos por dentro, hoy día más que nunca necesitan una profilaxis y una limpieza total.

Por Robinson Galvez Lay para Ensegundos.net