Santo Domingo. Entre 38 y 56 ciudadanos acuden cada mes a la unidad del médico legista de la Fiscalía del Distrito Nacional por golpes y heridas que les habrían causado agentes de la Policía Nacional y de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).

Las estadísticas oficiales revelan que al día un promedio de cuatro personas denuncia agresiones de policías y de militares, solo en la Capital.



De acuerdo con lo registrado en la Unidad del Legista, en enero de este año recibieron 55 personas que denunciaron haber sido maltratadas, golpeadas o heridas por agentes. Ese mismo mes, un total de 1,224 personas acudieron donde el legista.

En febrero los legistas evaluaron a 56 hombres que denunciaron ser víctimas de policías. La cifra general de personas que visitó al forense por distintos traumas en febrero fue de 952.



En marzo, 38 hombres solicitaron examen donde el médico forense, señalando a policías y agentes antinarcóticos como sus torturadores. Esa cifra figura en la lista de las 795 personas que vio el legista durante el mes. Un mínimo de 25 personas toca la puerta de este especialista en detectar traumas por golpes, heridas de arma blanca, de bala u otro tipo de accidente.

Pocos torturadores investigados. El informe que realiza el médico legista, Rafael Bautista, bajo juramento y con fe pública, es remitido al Ministerio Público, indican abogados, pero rara vez una agresión implica el apresamiento del policía agresor por orden del fiscal investigador del caso.

Cuando no aprecian golpes. Algunos golpes no son visibles y en esos casos, los médicos se ven compelidos a remitir a las personas a los centros de salud regenteados por el Estado, para que les hagan una revisión más profunda. En estos casos se suele ordenar someter al enfermo a rayos equis.

Tipo de tortura. De acuerdo con abogados y con fiscales consultados, la mayoría de los golpeados son hombres. Denuncian maltratos y torturas que van desde el llamado pollo al carbón, que consiste en amarrar a la persona de pies y manos, atarla a un palo, y golpearlos, como explica el abogado Adolfo Serrano.

El abogado Tomás Decamps Rosario afirma que ahora los policías se cuidan más de torturar. Pero dice que persiste la práctica de la “cebolla”, en la que le colocan en la cabeza una bolsa plástica con cebolla dentro, y luego la golpean. Usan fundas blancas para ver cuando les falta el aire.

Por LLENNIS JIMÉNEZ publicado en el periódico Hoy.