“¿Quiere que le pague con sexo? Yo ya sé hacer la mala palabra”. La inocente sugerencia de una niña de nueve años dejó perplejo al carnicero del barrio Siglo XXI, en Santiago del Estero, Argentina, y desembocó en una investigación policial-judicial.

La involuntaria protagonista del insólito hecho resultó una menor con retraso madurativo, quien habría intentado trocar un kilogramo de bifes con relaciones sexuales.

Aquellas palabras calaron hondo en el corazón del carnicero y en la sensibilidad de tres clientes que se encontraban en el local y que escucharon la propuesta.

El hecho sirvió para que se iniciara una investigación y se determinara que la menor era abusada sexualmente en el seno de su hogar.

Los detalles de pericias y averiguaciones de la Justicia serán ventilados en un juicio que se inicia este lunes 28 en la Cámara del Crimen de Segunda Nominación.

La acusación por “abuso sexual gravemente ultrajante” recae en contra de un tío de la pequeña, quien quedaba al cuidado de la víctima y sus hermanos, mientras sus padres salían a trabajar.

El contexto familiar estaba dado por padres de numerosos niños, entre los que se encontraba la menor discapacitada.

Al parecer, aprovechando la ausencia de los adultos, el tío solía enviar a los otros niños a la calle y encerraba a la menor en una habitación para someterla sexualmente.

Cuando la nenita abordó al carnicero con la insólita propuesta, el comerciante no titubeó y denunció el hecho ante la Policía y la Dirección de la Niñez Adolescencia y Familia (Dinaf). En menos de 24 horas, la Justicia motorizó un proceso que desnudó reiterados sometimientos sexuales, únicamente endilgados al sujeto.

El debate judicial se hará a puertas cerradas.

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