Nueva York. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, anunció el jueves que planea prohibir la venta de bebidas azucaradas y gaseosas de más de medio litro en los restaurantes y salas de cine, una iniciativa sin precedentes para luchar contra la obesidad en Estados Unidos.



Esta medida también se aplicaría a los vendedores ambulantes y los estadios, pero no a los supermercados.

«Hay una epidemia en este país de gente demasiado grande, el porcentaje de población obesa se ha disparado. Tenemos que hacer algo», dijo Michael Bloomberg en la cadena MSNBC, agregando que estudios científicos demostraron que si las porciones son pequeñas se come menos.



La gente podrá comprar dos refrescos de 470 ml si quiere beber más, agregó.

Hace 30 años, recordó, el estándar para las bebidas gaseosas era de 200 ml. Luego se elevó a 350 ml. Y más tarde a 470 ml. Y no es raro ver a algunos jóvenes estadounidenses con vasos de refresco de casi un litro.

Según el alcalde, más de la mitad de los adultos en Nueva York (58%) son obesos o tienen sobrepeso, y este problema también afecta al 40% de los niños de las escuelas públicas.

El consumo de bebidas azucaradas, a menudo más baratas que el agua mineral y cuyos vasos grandes no son más caros que los pequeños, es una de las causas identificadas del problema.

A fines del año pasado, la alcaldía ya había lanzado una campaña de sensibilización sobre este tema, en la que señalaba que 600 ml de soda diarios equivalían a 22 kilos de azúcar por año.

Los niños, dijo Bloomberg, consumen un promedio de tres bebidas azucaradas por día. El 30% de los adultos en Nueva York bebe al menos una al día.

Y precisó que la obesidad, que también aumenta la incidencia de diabetes, causa la muerte de más de 5.000 adultos de Nueva York al año, casi tantas como el tabaco (7.000), y supone miles de millones de dólares en costos de atención médica.

Las calorías en los menús

Desde hace varios años, los restaurantes de Nueva York y los lugares de comida rápida deben indicar las calorías en sus menús, tanto para los platos como para las bebidas.

Miles de permisos fueron otorgados para la venta de frutas y verduras en las calles, según el alcalde, limitándose al mismo tiempo la distribución de snacks y bebidas menos saludables en lugares públicos.

Las grasas trans también fueron prohibidas en los restaurantes.

Además, una campaña publicitaria a comienzos de este año invitó a los neoyorquinos a reducir sus porciones.

Sin embargo, las nuevas recomendaciones de Bloomberg, que no se aplican a los jugos de frutas y bebidas light, hicieron reaccionar el jueves a la Asociación de Bebidas de la Ciudad de Nueva York (New York City Beverage Association), cuyo portavoz denunció un exceso de celo.

Para algunos neoyorquinos el alcalde quizás está siendo demasiado exagerado.

«Tenemos la obligación de advertirle cuando las cosas no son buenas para su salud», respondió Bloomberg. Después «usted tiene la responsabilidad de cuidarse».

Puso por ejemplo la prohibición de fumar en bares y restaurantes, muy controvertida desde el principio. «Eso fue impugnado, pero finalmente aceptado y es un gran progreso», dijo.

El objetivo declarado de la alcaldía es que para 2016 el porcentaje de adultos que consumen una bebida azucarada por día pase del 30% al 20%.

Si la recomendación de Bloomberg es aprobada por la comisión de salud de la ciudad, los vendedores de refrescos y bebidas azucaradas tendrán nueve meses para prepararse.

El límite de 470 ml podría entrar en vigor en marzo próximo.

AFP