CIUDAD DEL VATICANO. La amenaza de ulteriores filtraciones incómodas a la prensa sobre los conflictos internos de la Santa Sede ha sido tildada este miércoles de «chantaje» por el vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi.



Es una amenaza grave. La palabra chantaje me parece la más comprensible. Hemos llegado a una situación tal, que más que una amenaza se trata de un chantaje», aseguró Lombardi durante una charla con la prensa.

Diez días después del arresto del mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, acusado de ser el autor de las filtraciones a la prensa de documentos confidenciales del Benedicto XVI, el diario italiano La Repubblica anunció el domingo que las revelaciones van a continuar.



Según el rotativo, uno de los «espías» responsables de las filtraciones, que han desestabilizado al gobierno central de la Iglesia, anunció que entregará nuevos documentos internos hasta que «no sean expulsados del Vaticano los verdaderos responsables», indicando entre ellos al número dos de la Santa Sede, el cardenal italiano Tarcisio Bertone y el secretario particular del Papa, el alemán Georg Gänswein.

El diario reconoció que el tono del llamado «cuervo» o informante ha cambiado en los últimos días, por lo que se esperan revelaciones internas escandalosas.

Todo parece indicar que el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, 46 años, no era el único en proveer documentos a la prensa italiana y que otros ya rompieron el juramento de confidencialidad que deben respetar todos los que trabajan en la administración del Vaticano.

El mayordomo fue interrogado este miércoles por segundo día consecutivo por la justicia vaticana en presencia de sus abogados defensores Carlo Fusco y Cristiana Arrú.

Gabriele, que corre el riesgo de recibir una pena de seis años de cárcel, al parecer está dispuesto a colaborar con los investigadores.

Acusado de robo agravado, Gabriele ha sido visitado varias veces por su esposa y se encuentra en una celda de seguridad dentro de la gendarmería del Vaticano.

Según el sistema judicial vaticano, Gabriele puede permanecer en custodia cautelar por una duración máxima de 50 días, prorrogable a otros 50, pero también puede ser perdonado por el Papa en cualquier momento del proceso, explicaron fuentes oficiales vaticanas.

El vocero del Papa desmintió que el Vaticano entienda liberar al mayordomo y enviarlo en «exilio» a Italia, como sostienen algunas publicaciones.

La imagen del Vaticano salió afectada gravemente por la filtración de un centenar de documentos internos, entre ellos numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, lo que ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, ya que puso en discusión inclusive su liderazgo como guía de la Iglesia.

Según la prensa italiana, Gabriele no actuó solo y la operación tiene como objetivo desacreditar un sector del episcopado italiano con ambiciones de llegar al trono de Pedro con ocasión de la próxima elección de pontífice.

AFP