Dejar de fumar es un desafío para muchas personas. Pero por más difícil que parezca el objetivo, cuando se piensa en los beneficios que esta acción trae aparejados, no hay que darse por vencidos.



En este marco, los médicos opinan que se puede dejar de fumar en cinco semanas sin sufrir demasiado.

La Asociación Española Contra el Cáncer ha editado una guía con consejos y pasos para convertirse en un ex fumador en poco más de un mes.



En este documento, se proponen distintas tareas para cada semana, que son más complejas conforme pasa el tiempo.

Así lo resume la web TeInteresa.es:

Primera Semana: Anotar los cigarrillos que se fuman

La primera semana apenas tiene deberes. El consumidor sólo debe cumplir dos tareas: anotar el número de cigarrillos que ha fumado y la cifra final en una gráfica de consumo.

Pero estos siete días son relevantes, porque el fumador debe meditar su decisión de dejar el hábito, sopesar los puntos a favor y en contra, y ser consciente de que tiene por delante cuatro semanas en las que puede replantearse si está en el camino correcto.

Segunda Semana: Reducir los cigarrillos y pensar en las ventajas

Hay dos objetivos en este período:

Hacer hincapié en las razones por las que se deja esta adicción.

Reducir los cigarros del día.

Para el primer punto, puede resultar útil recordar algunos de los múltiples beneficios que trae abandonar este hábito, tales como:

menos cansancio al andar o subir las escaleras;
mejor el aspecto de la piel
retraso en la aparición de las arrugas
recuperación del sentido del gusto y el olfato
desaparición el color amarillento de manos y uñas
ahorro de dinero

Esto sin contar la reducción del riesgo de sufrir enfermedades tales como el cáncer, entre otras.

En cuanto al menor número de cigarrillos, si un día el usuario fuma más de los que se ha fijado, otro día deberá consumir menos de los que tenía previsto para esa jornada.

Para cumplir el tope diario, la guía recomienda no fumar en ayunas ni después de comer, no aceptar ofrecimientos de cigarrillos y no encender el pitillo por aburrimiento.

Tercera Semana: Bajar más el consumo y hacer actividades alternativas

El fumador debe establecer un límite diario más restrictivo y cumplir pautas, como no fumar nunca delante del televisor, esperar al menos 30 minutos después de la comida y no encender el cigarrillo con amigos.

Por otro lado, se pide anotar las causas de su adicción: por rutina, estrés, aburrimiento, placer…

Y la tercera tarea es cubrir el tiempo libre con actividades, desde el deporte a pasatiempos como la lectura. También la asociación recomienda hacer ejercicios de respiración, tomar baños calientes, limpiar la casa, masticar chicle o caramelos sin azúcar y hablar por teléfono.

Cuarta Semana: La meta es dejar de fumar

Es la semana decisiva, ya que el final del programa está cerca y eso significa que habrá que decir adiós al tabaco.

Primero, es aconsejable tirar todas las cosas que provoquen el deseo de fumar, empezando por el encendedor y los atados. Segundo, hay que marcar en el calendario el día que se pasará sin fumar.

Ese día, el fumador no debe pensar que nunca más se llevará un cigarro en la boca, sino que la idea es «hoy, no voy a fumar».

En esa jornada, se recomienda hacer ejercicio físico, ducharse con agua caliente y ante las ganas de fumar, se puede beber agua, jugos, infusiones o masticar chicles.

En los primeros días sin fumar, el usuario sentirá un deseo intermitente y muy fuerte de encender un cigarro. Así que se sentirá nervioso.

Para contrarrestar esto, además del deporte y hacer ejercicios de respiración, es bueno apuntar lo que aporta un cigarillo y qué se gana si no se enciende. También, es importante felicitarse por cada jornada sin humo.

Quinta Semana: Felicitarse y vivir el día a día

Se ha acabado el curso pero el título de ex fumador hay que ganárselo cada día. Por ello, esa persona debe preocuparse solo de no fumar el día presente, y nunca pensar en el futuro.

Por otro lado, la recaída no se produce por probar un cigarrillo. Si se mantiene el propósito de no fumar, no habrá problema. Aunque es recomendable tratar de evitar ese desliz que puede llevar a una recaída.

En cuanto al síndrome de abstinencia (estado de ánimo deprimido, intranquilidad, mareos, aumento del apetito…) suele durar entre tres y cuatro semanas, pero el deseo de fumar puede prolongarse más tiempo.

A pesar de que la persona puede sentirse ansiosa y ganar peso en el corto plazo, poco a poco percibirá la mejora en su salud.

Además, si cree que necesita tratamiento farmacológico o psicológico, puede consultarlo al médico.

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