En vínculos de pareja, no todo es color de rosas como muchas veces creemos. ¿Tu pareja te ayuda a crecer como persona o se estancó en una relación que no va hacia ningún lado? Posiblemente aquí puedas averiguar si lo que tienes es una pasión sana o, por el contrario, se trata de un vínculo que te hace daño y no te permite ser feliz.



Ya lo plantea el dicho: ‘Dime con quién andas y te diré quién eres’. Cada cual elige, al enamorarse, la persona a la que se unirá y le futuro que tendrá. Si los vínculos que establecemos nos enriquecen o por el contrario no nos ayudan a crecer, es algo que determinamos nosotros mismos.

Hemos elaborado una serie de preguntas- con sus múltiples posibles respuestas- para que te identifiques con alguna de ellas y puedas ubicarte respecto a tu relación, su estado actual y un posible futuro. Lee cuidadosamente cada una y descubre qué clase de pareja tienes.



1.    Estás atravesando un amargo período de desempleo. ¿A quién recurres buscando que te levante la moral y te reconforte, para poder seguir buscando trabajo sin bajar los brazos?
    A tu mejor amigo.
–    A tu hermano o a tu madre.
–    Recurres a tu pareja sin pensarlo.

2.    ¿Cómo es el tiempo que pasas con tu pareja?
–    Se ven después del trabajo y los fines de semana. Y, como se encuentran en bares o en una disco, la mayor parte del tiempo que están juntos, no logran conocerse del todo.
–    Les gusta hacer cosas solos, estar juntos es como un recreo en medio de las obligaciones de todos los días.
–    Últimamente se ven en medio de tu familia o de la de él. Están enterrados de compromisos sociales que no pueden eludir.

3.    Si un sábado por la mañana te ves en medio de un montón de obligaciones tediosas (tuviste que traer trabajo a casa, hay un enchufe que arreglar, y no puedes dilatar más la compra del supermercado) ¿qué hace mientras tanto tu pareja?
–    Se va a jugar al tenis con un amigo. Cree que tengo enormes problemas de organización y que es mi culpa que se hayan juntado tantas tareas.
–    Se deprime porque no podemos tener una mañana romántica y se queda en la casa durmiendo o mirando Tv.
–    Entre los dos terminamos enseguida y, si es mucho lo que hay por hacer, nos entretenemos haciéndolo; por lo menos estamos juntos.

4.    ¿Cuál de estas frases puede ser tuya, refiriéndose a tu carrera profesional?
–    Si, para mí fue triste, pero tuve que dejarla porque a mi pareja no le gustaba.
–    Gracias, pero debo reconocer que el mérito no es sólo mío. En todos estos años mi pareja me ha ayudado muchísimo para que hoy pueda recibir este ascenso.
–    ¡Al fin conseguí el título después de tanto esfuerzo! Tuve a todos en mi contra: mi pareja, mis padres y hasta algunos amigos.

5.    ¿Cómo resuelven los conflictos?
–    No hay conflictos.
–    Lo hablamos y, si es una cuestión de ideas, podemos estar varios meses intercambiándolas. Es genial cuando el otro dice: ‘ahora te entiendo, aunque sigo estando en desacuerdo’.
–    Nos cuesta mucho porque los dos somos temperamentales y nos cegamos en la discusión. Optamos por darnos el gusto por turnos: hoy por ti, mañana por mi.

6. 
   Los regalos que te hace tu pareja…
–    Me vuelven loca de alegría. A veces sabe mejor que yo lo que quiero.
–    Decididamente son más para él que para mí. Deben ser sus ganas de que los dos seamos uno lo que no le permite verme tal cual como soy, y entender qué me gusta.
–    Cuando me compra algo, no soy yo quien está en su mente.

7.    ¿Qué eres para tu pareja?
–    Algo necesario. En la sociedad de hoy, así como hay que tener casa y carro y hacer algún deporte, también hay que tener pareja.
–    Su remedio para la melancolía, sus ganas de crecer y construir, su divertido compañero de viajes.
–    Su razón de ser y su orgullo. El uno sin el otro no somos nada.

Una vez hayas respondido con sinceridad estas preguntas, la respuesta- impregnada de una sensación buena, mala o regular- quedará en ti. Puedes sentirte identificada con tu pareja, o puedes sentir que hay cosas por solucionar más sin embargo hay luz al final del camino, por otro lado puedes sentirte vacía.

Si los une el amor: la relación de pareja, como tantas otras, deber sumarnos posibilidades, y no restárnoslas. Y, fundamentalmente, debe darnos buenos momentos.Una pareja basada en el amor está ajena a las tempestades y se parece más a un puerto lleno de pasiones, pero de esas que no destruyen, sino que enriquecen. Donde hay amor, los roles se alternan: se ama y se es amado, se conoce al otro y se lo ayuda cuando lo necesita, porque se sabe que él hará lo mismo por nosotros. En tu relación de pareja, es el amor la fuerza que los impulsa a seguir adelante y crecer; un amor que nunca se vuelve en contra. ¡Cuidalo!

Si los une el espanto:
 aunque se quieran mucho, tienen que revisar la relación que tienen, porque el amor es para pasarla bien. No hay dramas infinitos: hasta las telenovelas tienen un final. Es por eso que para lograr un amor sano no es necesaria la acción desmedida. Piénsalo: si cuando tienes un problema concreto no cuentas con tu pareja para solucionarlo y cuando piensas en una isla desierta tampoco te piensas con tu media naranja a tu lado ¿para qué estás en pareja? Hay que tratar de vivir el presente con plenitud, para que cuando en le futuro miremos hacia atrás, no nos arrepintamos sintiendo que perdimos el tiempo. Pueden trabajar de a dos para que este vínculo que hoy no suma, se transforme en un amor que les pueda dar lo que todos buscamos: felicidad.

 

Fuente: Revistafucsia.com