Por Raphy D Óleo

El proyecto de ley sometido por el poder ejecutivo para el control de
expendio, suministro y consumo de bebidas alcohólicas es un buen intento para darle validez jurídica a una equivocada normativa que, como anticipamos hace tiempo, no iba a cumplir su cometido de reducir los niveles de delincuencia en el país.



Ya lo decíamos en un escrito anterior: “la delincuencia no sube porque la botella baje y los atracos diurnos son mayores que los chupes nocturnos”.

La industria del entretenimiento está en una crisis sin precedentes y me atrevo a afirmar que una de las causas principales radica en la medida de regularización de horarios que ya cumple 5 años.



El sometimiento al senado de este proyecto es una oportunidad de oro para que el sector artístico deje escuchar su voz en las vistas públicas y pueda exponer sus puntos de vista haciendo mayor énfasis en cuanto a los horarios para las actividades recreativas.

De los considerandos conocidos en el proyecto de ley hay dos cosas que llaman poderosamente la atención. La primera es lo referente a dejar al criterio de una autoridad los permisos para casos especiales, lo que permitiría tráfico de influencias que beneficiarían a algunos y perjudicarían a otros. La ley es igual para todo el mundo y nadie puede subvertir su espíritu.

La segunda, cuando mantiene lo expresado en el decreto en cuanto a que el horario de expendio será de 8:00 de la mañana a 12:00 de la medianoche de domingo a jueves, y hasta las dos de la madrugada los viernes y sábados.

Los horarios no pueden ser el marco en que se desenvuelva la diversión, porque el esparcimiento como fuente de alegría no tiene momento específico para satisfacer el espíritu humano. Por el contrario, la categoría y condiciones de un lugar de diversión es lo que debe servir de referencia para que la ley aplique su efecto represivo.

Si en este momento los protagonistas del área espectáculo no alzan su voz para hacer entender que “la fiebre de esta sabana no está en la enfermedad de beber”, lloraran lagrimas de sangre cuando el descalabro total llegue al mundo del espectáculo. Por ello me atrevo a sugerir lo siguiente:

NUEVOS HORARIOS DE CIERRE DE NEGOCIOS POR CLASIFICACIÓN DE LUGARES DE
DIVERSION.

1.- NIGHT CLUB-CAFES-BARES CERRADOS-DISCOTECAS-RESTAURANTES CON ALCOHOL

Domingo-Jueves 2:00 a.m.
Viernes-Sábado 4:00 a.m.

2.- CAFES-BARES ABIERTOS-COLMADONES-PLAZAS ABIERTAS

Todos los días 12:00 Noche

3.- CLUBES SOCIALES-CENTROS TURISTICOS-PATRONALES-RESTAURANTES SIN ALCOHOL

Sin restricciones

4.- FIESTAS CALLEJERAS

No permiso

En cuanto a los demás considerandos del proyecto nada hay que agregar, pues son normativas que figuran en los códigos conductuales de cualquier sociedad. Como ya expresé una vez: “que siga la medida difícil, pero hagamos la bebida fácil”.