Santo Domingo. La Procuradora Fiscal de la Provincia de Santo Domingo sugirió estudiar la conducta psicosocial de los exponentes de la música del denominado género urbano debido a su propensión de verse involucrados en hechos renidos con la ley. La magistrada Olga Diná Llaverías dijo que los profesionales competentes deben investigar ese comportamiento con matiz de agresividad que exhiben los llamados reguetoneros. Explicó que lo más preocupante es que dichos artistas son muy propensos a ejercer violencia contra mujeres con las que han tenido algún tipo de relación sentimental.



Entrevistada por Héctor Herrera Cabral en el programa D’Agenda que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11, la funcionaria judicial recordó que en las últimas semanas tres reconocidos exponentes han tenido que dar la cara ante la justicia por asuntos de agresión de mujeres.

En tal sentido los mamberos Don Míguelo y Omega guardan prisión en las cárceles de Najayo y San Pedro de Macorís acusados de violencia de género.



“Por lo tanto yo entiendo que eso merece algún tipo de estudio de carácter psicosocial para determinar el comportamiento de de esas personas que tantas influencias tienen en un sector de la sociedad, sobre todo en la juventud”, insistió la magistrada Diná Llaverías.

Explicó que tuvo conocimiento de que el reguetonero El Sujeto intento agredir a un periodista cuando éste daba seguimiento a las investigaciones que se le hacían con respeto a la violación sexual a una menor de edad.

Entre los representantes del género urbano que han tenido problemas judiciales se encuentran Omega, Don Míguelo, El Sujeto, Secreto, El Lápiz, Pablo Piddy y el Papá del Rap entre otros.

Magistrada se queja familiares oculten violación sexual a hijos menores

La fiscal de la Provincia de Santo Domingo se quejó de que familiares no den parte a las autoridades cuando algunos de sus hijos menores de edad son víctimas de agresión sexual.

La magistrada Olga Diná Llaverías atribuyó ese comportamiento a que una gran parte de esos hechos delictivos son cometidos por parientes de esos menores y por eso los padres de los afectados no proceden judicialmente.

Explicó que recientemente una señora denunció, vía teléfono, que su hija menor de edad había sido violada, pero no quiso darle seguimiento al caso, pese a los esfuerzos que está haciendo la fiscalía de la provincia para dar con el autor del crimen y someterlo a la justicia.

“Y cuando eso sucede la situación se complica mucho más, porque mientras la víctima no recibe la asistencia profesional de lugar, el delincuente sigue agrediendo a menores por la falta de colaboración de los padres de los agraviados”, reiteró la magistrada.

En otro orden la fiscal de la provincia de Santo Domingo atribuyó el incremento de los feminicidios a la falta de educación, formación familiar y los estereotipos con que se concibe el papel de la mujer en las sociedades machistas como la dominicana.