Santo Domingo. Entre 10 y 15 dominicanos son detenidos y devueltos cada día en la frontera dominico- haitiana en Jimaní, por haber alterado las fechas del visado provisto por las autoridades haitianas, la mayoría de estos, camioneros a los que el documento se les ha vencido, de acuerdo a Laguerre Edwidge, inspector de migración de Haití.



En cambio las autoridades dominicanas, según José Pérez, encargado de Migración en el puesto fronterizo, detectan “grandes cantidades” de visados falsos, vendidos a haitianos por redes de falsificadores que se valen de un “buscador” o “buscón” para estafarles.

Reporta el periodista Juan Eduardo Thomas del periódico Listín Diario que estas son tan sólo dos formas de ingresar a ambos países con documentos ilegales.



Sin embargo, no todo el que cruza de forma ilegal lo hace alterando documentos, sino que algunos optan por utilizar las montañas o, incluso, el lago Azuei o Enriquillo para casos extremos.

La revelación la hace el director del Servicio Jesuita de Refugiados y Migrantes, Lissaint Antoine, al hablar de cómo operan las redes de trata de personas, sobre todo las que involucran a niños.

Según sus declaraciones, estas cuentan con el apoyo de ciudadanos de las dos naciones.

Estas posiciones fueron externadas durante el taller “Nuevas miradas de la realidad dominico-haitiana. Más y mejor periodismo”, auspiciado por la Cátedra Unesco de Comunicación, Democracia y Gobernabilidad de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y celebrada en los pueblos fronterizos de Fond Parisien y Jimaní.