Por: Jacinto C. Ozoria

El salami y los plátanos representan para los dominicanos uno de los platos más suculentos de la vida diaria. Sin lugar a equivocarme me atrevo a “testificar” que es muy difícil encontrar a un dominicano que no haya disgustado de un salami frito con tostones (fritos verdes) ya sea por capricho del paladar o francamente por necesidad.



En un reciente estudio realizado por PROCONSUMIDOR (Instituto para la Protección de los Derechos del Consumidor) entidad creada con el propósito de velar por los derechos del consumidor y que es precedida por la Licenciada Altagracia Paulino se informó que los salamis producido en la República Dominicana carecen de nivel nutricional entre otras cosas.



Según información de fuente muy creíble PROCONSUMIDOR invirtió un millón de dólares para llevar a cabo los estudios de control de calidad en el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industrial (IBII) y en el Laboratorio Central de Veterinaria.

De las unidades analizadas los estudios arrojaron que en la fabricación del salami se utiliza un 12% de levaduras y un gran contenido de nitrato de sodio. No es para que se alarmen pero me han informado que el nitrato de sodio es un agente preventivo de la enfermedad conocida como botulismo y que algunos también aseguran puede ser causante del cáncer gástrico. No soy médico y por ende no cuento con los estudios necesarios para asegurar los efectos que puede causar dicha sustancia, sólo quiero compartir con Ustedes ese dato. Lo que en verdad quiero hablar aquí es de la “verdad a media” de que habla la directora de PROCONSUMIDOR.

La Licenciada Paulino, no fue capaz de decir los nombres de las empresas productoras de salamis que no cumplen con las reglas de calidad, según ella puede dar esa información si cuenta con un permiso de un juez. Dios mío que alguien me explique, ¿qué clase de entidad es esta? que al parecer no cuenta con la autoridad necesaria para poder decir públicamente los nombres de las empresas que están en violación a los estándares de calidad.

Haití que es el país más pobre del hemisferio y que es muy cuestionado debido al desenvolvimiento de los políticos que le han tocado dirigir su rumbo, tomó carta en el asunto y ha prohibido la importación del salami dominicano hasta nuevo aviso. ¡Qué cosa más grande! Al parecer ellos están más interesados en proteger a sus ciudadanos que los mismos dominicanos al tratar de evitar por todos los medios el consumo de un producto que según estudio hasta llegó a tener un 15% de coliformes fecales.

Si tan solo PROCONSUMIDOR pudiera contar con la autoridad de decir los nombres de esas empresas y forzarlas a cumplir con los controles de calidad que todos los ciudadanos se merecen, otro gallo cantaría!

En un país donde se respetan los derechos del consumidor lo que realmente se hace es retirar de inmediato esos productos que pueden ser nocivos o que realmente son basura para la salud humana sin pensar en cuanto millones perderían esas empresas.

Licenciada Paulino permítame usar su slogan: “Trabajemos como abejas, en equipo…” así mismo todos juntos vamos a pedir que retiren del mercado todas esas marcas de salami que arrojaron resultados negativos, digo a lo mejor se necesita de un decreto por parte del presidente de la república, porque si para decir tan sólo los nombres de esas marcas se necesita el permiso de un juez, me imagino que será mas difícil sacarlos de circulación.

¡Que Dios meta su mano y nos ayude a seguir disgustando de un salami saludable!