Durante los últimos días, una nueva modalidad de fraudes bancarios se ha repetido con frecuencia, afectando a cientos de clientes que se vuelven víctimas de sofisticadas estafas.



Se trata de los llamados cajeros intervenidos, los cuales son modificados para robar información sensible de los usuarios.

Según lo informado por Scotiabank, lo que deben hacer los usuarios para determinar si están frente a un cajero intervenido es verificar si contiene dispositivos camuflados, que estén instalados en la parte media de los cajeros.



Ejemplo de ello son las cámaras fotográficas con video grabador, los cuales se esconden con una cubierta metálica del color del cajero.

Otro punto en el que hay que fijarse es en el lector de tarjetas pues, cuando los cajeros están intervenidos, presentan una especie de tapa adosada a la boquilla original donde éstas se insertan.

En este sentido, debe tenerse en cuenta que el color de la tapa que se utiliza para el fraude es de un gris distinto al original y que, además, la luz parpadeante de la boquilla donde se inserta la tarjeta luce más opaca.

Finalmente, un tercer signo que indica que un dispensador está intervenido es el teclado, ya que para cometer un fraude suele ponerse uno falso encima del verdadero.

Esto, se realiza con el fin de captar los números de las tarjetas de los clientes de modo de acceder a sus cuentas bancarias y estafarlos.

Por último, cabe recordar que al utilizar un cajero automático debes tener cuidado: siempre fíjate que nadie te esté mirando, procura tapar con una mano el teclado al escribir tu clave y no pierdas de vista la pantalla y el dispensador hasta que tengas el dinero en tus manos.