LONDRES. Los Juegos Olímpicos de Londres perdieron a su primera campeona por dopaje este lunes, cuando Londres despedía a la familia olímpica tras una ceremonia de clausura de con mucho color y músico que pasó el testigo a Rio-2016.



Mientras los británicos seguían regodeándose de sus «alegres y gloriosos» Juegos, el Comité Olímpico Internacional (COI) anunció la descalificación y el retiro de la medalla a la campeona de lanzamiento de peso, la bielorrusa Nadzeya Ostapchuk, por dopaje.

La campeona del mundo de 2005, de 31 años, dio positivo por metenolona, un anabolizante, en el control antidopaje posterior a su victoria.



El COI modificó en consecuencia en medallero, dando la victoria a la neozelandesa Victoria Adams, seguida de la rusa Evguenia Jolodko, que cambia bronce por plata, y de la china Lijiao Gong, que se subió al podio.

Ésta fue la primera medallista desposeída en estos Juegos, en los que se registraron una decena de casos de dopaje, aunque sólo tres atletas que participaron en una competición, incluyendo a la campeona bielorrusa.

Los dos casos que hicieron correr más ríos de tinta fue el del italiano Alex Schwazer, campeón de los 50 km marcha en Pekín-2008, y de la mediofondista marroquí Mariem Alaoui, excluidos de sus equipos antes incluso de entrar en liza.

Mientras tanto, miles de deportistas, periodistas y visitantes regresaban a casa tras los 17 días de Juegos, la mayoría a través del aeropuerto de Heathrow, el mayor de Europa, que prevía uno de los días con más tráfico de su historia.

Los deportistas, principales protagonistas de los Juegos, disponían sin embargo de una terminal de un tamaño equivalente a tres piscinas olímpicas construida especialmente para los Juegos, con 31 mostradores y 7 líneas de seguridad.

Mientras los atletas abandonaban la Villa Olímpica, también se vaciaba el resto del parque olímpico de Stratford, en cuya parada de metro los carteles olímpicos apuntaban este lunes hacia Rio de Janeiro, sede de la próxima edición.

En su balance de Londres-2012, el popular alcalde de Londres, que ha sabido capitalizar muy bien estos Juegos, indicó que había sido «el acontecimiento más extraordinario que podemos recordar en nuestras vidas».

La víspera, en su tradicional discurso de clausura, el presidente del COI, Jacques Rogge, había tomado prestada una frase del himno británico ‘God Save the Queen’ para calificar los Juegos de «alegres y gloriosos».

Porque los Juegos de Londres fueron tanto un éxito a nivel deportivo, gracias a las proezas de deportistas como Michael Phelps y Usain Bolt, pero también organizativo y de público.

Más de siete millones de personas asistieron a las competiciones deportivas ya sea en las diferentes sedes o en las calles del centro de la capital donde se llevaron a cabo la pruebas de ruta del ciclismo, el maratón o el triatlón.

Tras recoger la bandera olímpica que marca el inicio de la cuente atrás, Brasil está dispuesto a «abrazar el desafío» de albergar la gran cita deportiva cuatrienal, declaró el viceministro de deportes de Brasil, Luis Fernandes.

Rio tomó el domingo el relevo de Londres con un espectáculo que rindió homenaje al carnaval carioca, pero también mostró fusión musical y modernidad, y tuvo como gran invitado sorpresa a «O Rei» Pelé.

El espectáculo se integró en la gran fiesta musical en el más puro estilo británico que cerró la XXX edición de los Juegos Olímpicos, con iconos mundiales como The Who, George Michael, Pet Shop Boys y hasta las cinco integrantes de las Spice Girls, reunidas para la ocasión.

Pero Londres no ha terminado todavía con las celebraciones. Tras los Juegos Olímpicos, albergará los Juegos Paralímpicos (29 de agosto-9 de septiembre), y el 10 de septiembre honrará al exitoso Team GB, que cosechó 65 medallas (29 de oro) en estos Juegos, con un desfile triunfal por la capital.

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AFP