Conocer muchachos no es tarea fácil. Estar soltera, menos aún. Pero en muchos casos, es mejor estar sola que mal acompañada. Hay muchachos de todo tipo dando vueltas por este mundo, y no todos resultan ser un buen candidato a la hora de entablar una relación seria y estable.



Al principio de cada idilio amoroso, todo es perfecto: muchos besos, mimos, salidas románticas. Pero poco a poco, el chico que utilizó todas sus armas para llamar tu atención y conquistarte, poco a poco va mostrando su verdadero matiz. Para que situaciones como estas no te sucedan, mientras buscas al verdadero amor de tu vida, desde iMujer te mostramos cuáles son los tipos de chicos que mejor perder que encontrar.

Hombres para mantener lejos, lejos, lejos.

El vividor

l principio, te invitaba a salir a todos lados, y como buen galán, sacaba su billetera y pagaba sin escatimar… o casi. Con el tiempo, la billetera se le fue empobreciendo misteriosamente, y ya no puede pagar más. Ya sea salida de pareja, o en grupo, un simple cafecito o una súper cena, llegada la hora de los billetes, se declara pobre y piden que le paguen. Una vez, puede ser perdonada, tal vez por un tropezón económico. Dos… mmm… para pensar. Pero ¿siempre? ¡Aléjate de él! No te conviene alguien que viva de los demás. Te hará quedar mal frente a todos. Y lo peor, ¡serás tú quien terminará en la quiebra!



El perezoso

Al principio parecía un chico tranquilo, que no se dejaba llevar por la vorágine ni el estrés de andar de un lado al otro. Era uno más del montón que se quedó sin trabajo, y no encuentra. Ya encontrará, pensabas, ya encontrará… Error. Este tipo de novio sólo se llena la boca hablando de proyectos y ambiciones. Pero del dicho al hecho hay demasiado trecho para él, y cada vez es más grande. El trabajo sigue sin aparecer y la tranquilidad para enfrentar la vida resultó ser un alto grado de ocio y vagancia. Te darás cuenta que pasa mucho tiempo viendo televisión o jugando a los jueguitos. Vive a delivery, que no resulta para nada buena combinación con su nula actividad deportiva.

Con muchachos como este, que no posee ningún tipo de motivación, corres el gran peligro de convertirse en madre de tu pareja en vez de novia o esposa. ¿Crees que vale la pena un chico así? ¡Claro que no! ¡Corre mientras puedas!

El súper triunfador

Todo lo opuesto al tipo de novio anterior, pero que igualmente no nos conviene. A simple vista, parece ser el candidato ideal: lindo, exitoso, con un excelente trabajo y muy buen pasar económico. Pero no te dejes incandilar por tanto, que parece bueno pero en realidad no lo es tanto; porque tanto éxito tiene su precio. Éste es que su vida es su trabajo, y no siempre (casi nunca) tendrá tiempo para estar contigo. De los momentos que puedan tener juntos, se la pasará hablando de trabajo, un tema poco romántico, ¿no crees? Te llevará a cenar, te comprará regalos costosos, pero cuando las cosas tornen más serias, la prioridad de su trabajo será su mejor excusa. Un muchacho que le presta más atención a los números que a tí, sólo te hará sufrir. Y mejor prevenir que llorar.

El inmaduro

Él es pura diversión y todo lo que quiere es pasarla bien. Al principio parecerá no molestarte, pero cuando el tiempo pase… todo seguirá igual. Este muchacho no cambiará, a pesar de que los años pasan también para él. Una relación con este tipo de hombre te resultará frustrante, porque al fin de cuentas, no llegarás a nada. Cuando las cosas se pongan serias, y sea momento de hacer planes, seguramente dará un paso para atrás. Los compromisos, la rutina diaria de pareja, las responsabilidades, no son divertidas. Por lo tanto, no son su fuerte. Si buscas una relación liviana, no tendrás problema. Pero si lo que necesitas es un noviazgo a largo plazo, perderás tu tiempo. 

Si estás al lado de algunos de estos especímenes, te aconsejamos volver a pensarlo. Si estás acompañada por alguno nuevo, que no hayamos mencionado; ¡cuéntanos y ayúdanos a prevenirlos!