Una verdadera ola de indignación provocaron en Estados Unidos la palabras del sacerdote franciscano Benedict Groeschel, quien en un comentario publicado el pasado jueves afirmó que las víctimas de casos de pedofilia eran las culpables de haber sufrido el abuso sexual.



Groeschel, quien es líder de la orden Franciscan Friars of the Renewal (Frailes Franciscanos de la Renovación) de Nueva York y además es comentarista de televisión en el canal católico EWTN, aseveró en el National Catholic Register que eran los jóvenes a quienes se debía culpar cuando un sacerdote abusaba de ellos, y que los religiosos no deberían ser encarcelados por estos actos.

“Suponga que tenemos un hombre con una crisis nerviosa y un joven viene a él. En muchos casos es el joven, de 14, 16 ó 18, quien lo seduce”, recoge el New York Times.



Además, el líder religioso aseguró que los sacerdotes que abusaban sexualmente de un menor por primera vez no deberían ser encarcelados ya que “no era su intención cometer un crimen”.

“La gente tiene esta idea en sus mentes de que estas personas son psicópatas, pero no es el caso. Un chico al que le falta un padre puede estar buscando uno (y encontrarlo en un sacerdote), incluso sin pensar en tener sexo, pero sí algo casi romántico, con abrazos, besos y quizá dormir juntos, pero sin tener relaciones sexuales ni nada como eso”, afirmó.

También llamó la atención su apoyo a Jerry Sandusky, un entrenador de fútbol americano retirado quien fue encarcelado tras revelarse que estaba involucrado en varios casos de pedofilia, y a quien el sacerdote llamó “ese pobre hombre”.

Biobiochile.cl apunta que las afirmaciones de Groeschel causaron inmediata indignación en la comunidad, al punto de que el periódico católico que publicó sus comentarios retiró el artículo del sitio web, publicando a continuación una disculpa de los editores y del propio sacerdote.

“No era mi intención culpar a las víctimas. Un sacerdote (o cualquier otra persona) que abuse de un menor está siempre haciendo algo malo y es siempre el responsable. Mi mente y mi forma de expresarme ya no son tan claras como antes”, se excuso el franciscano, de 79 años.

En tanto, el vocero de la arquidiócesis de Nueva York, Joseph Zwilling, condenó los comentarios de Groeschel calificándolos de “terriblemente equivocados”, pero aclarando que no estaba en su poder castigar al sacerdote, ya que al estar dentro de una orden religiosa no estaba directamente bajo su jurisdicción eclesiástica.

De igual forma Glenn Sudano, otro sacerdote miembro de la orden franciscana, aseveró que los dichos de Groeschel eran a causa de su avanzada edad y precario estado de salud, el que empeoró tras sufrir un accidente automovilístico casi fatal en 2004.

“Pobre padre Benedict. Es muy triste para nosotros verlo decir esas cosas, tras haber sido un fiero defensor de los desamparados”, añadió Sudano.