Muchas veces nos vemos frente a ofertas para acceder a Internet con cifras de rapidez nunca antes vistas. Sin embargo, no siempre ese anuncio se cumple.



La publicidad que muestran las compañías proveedoras de Internet es llamativa. Prometen una experiencia de uso perfecta a través de velocidades de transferencia de información enormes, resultando en gente sonriente frente a su computadora que navega sin problemas. ¿Pero esto se cumple en la realidad?

La rapidez de la conexión se mide en Megabits por segundo (Mbps), o “Megas” en jerga común, pudiendo uno contratar servicios por hasta 120 Megas que en teoría, permiten una carga instantánea de videos en YouTube y múltiples usuarios haciendo uso de la misma red sin dificultades, entre muchas otras cosas. Pero algunos clientes, a veces, han notado una lentitud inesperada, algo que no se acerca a lo que han contratado y que cuesta explicarse.



¿Cómo identificar el problema?


Lo mejor es medir la velocidad de su conexión a través de herramientas especializadas al respecto. Hoy existe una de especial relevancia: El sitio web www.speedtest.net, que muestra un mapa donde escogemos desde dónde medir la velocidad.

Este mapa ofrece varias locaciones, por lo que si queremos saber a cuántos Megas nos conectamos con lugares de Santo Domingo, por ejemplo, presionamos allí. Por otro lado, también se puede elegir cualquier país para saber cómo funciona el acceso internacional.

fayerwayer.com nos explica que al ser Internet una gran red de comunicaciones, mientras más lejos queramos conectarnos, más difícil es. Es diferente acceder a un servidor (la computadora que aloja el sitio web) que se ubica en Argentina, que pedir entrada a uno que está en China. En definitiva, mientras más kilómetros de distancia hay, menor es la velocidad.

Hacer conexión con servidores de otras partes del planeta es lo que se llama el enlace o acceso internacional. Este puede ser un factor determinante a la hora de explicarse por qué las transferencias no andan como lo prometen las compañías proveedoras de Internet, ya que si bien se promocionan más de 100 Megas, esta clase de elementos deterioran la experiencia de uso final.

La empresa que provee Internet, tiene el deber de informar al usuario acerca de todas las condiciones de uso.