Las universidades de América Latina, aunque han mejorado, siguen lejos. Un estudio indicó que ninguna casa de estudios de la región figura entre las primeras cien. Entre otras causas, se aduce que los salarios bajos y los problemas de gobernabilidad afectan los programas a largo plazo.



El ránking mundial de universidades Quacquarelli Symonds (QS), una consultora en educación, ubicó este año a la brasileña Universidad de Sao Paulo (USP) como la mejor evaluada de toda la región, en la posición 139.

Poco más abajo figuró la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, ubicación 146) y más atrás la Pontificia Universidad Católica de Chile (195).



Algunos especialistas sostienen que las mejores universidades latinoamericanas han logrado progresos importantes en los últimos tiempos, que les permitieron escalar posiciones en este tipo de estudios globales.

«La situación ha mejorado», dijo Danny Byrne, editor de TopUniversities.com, que compila el ranking QS.

De hecho, la USP subió 30 puestos en el ránking general, mientras la UNAM escaló 23 peldaños, con respecto al año pasado.

Sin embargo, este y otros especialistas consultados por BBC Mundo señalaron que la enseñanza superior en América Latina aún tiene una serie de desafíos pendientes para alcanzar un nivel de excelencia internacional.

«Todavía hay una gran brecha con las universidades líderes en el mundo», explicó Byrne.

El top 10 mundial

Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)
Universidad de Cambridge
Universidad de Harvard
Universidad del Colegio de Londres (UCL)
Universidad de Oxford
Colegio Imperial de Londres (ICL)
Universidad de Yale
Universidad de Chicago
Universidad de Princeton
Instituto Tecnológico de California (Caltech)
Fuente: QS Top Universities

El ránking de QS se realiza con base en diferentes parámetros, incluidos la reputación global de cada universidad y las investigaciones que realiza, o la proporción de personal docente que tiene por cantidad de alumnos.

El estadounidense Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) figuró este año al tope de la lista, que tiene otras cinco universidades de Estados Unidos y cuatro del Reino Unido entre las primeras diez.

Aunque la metodología de este ranking es cuestionada por algunos expertos, otros estudios recientes también han señalado a la USP como la mejor ubicada de América Latina a escala global, sin estar entre las top 100.

Un ránking paralelo de QS exclusivamente sobre América Latina indicó que entre las primeras 200 universidades de la región hay 65 de Brasil, 35 de México, 25 de Argentina (aunque la Universidad de Buenos Aires, UBA, dejó de aparecer entre las mejores 10), 25 de Chile y 21 de Colombia.

Recursos

Byrne notó que en las últimas dos décadas algunas universidades de América Latina ampliaron sus recursos en medio de una bonanza económica en la región que ayudó a mejorar su perfil internacional.

Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indicó que la inversión educativa en Brasil de 2000 a 2008 creció más que entre los miembros de ese club de países ricos.

La USP es una universidad pública brasileña financiada por el gobierno de Sao Paulo pero que recientemente también ha recibido aportes privados para afianzarse como la universidad brasileña con más recursos.

Sin embargo, Byrne señaló que las grandes fuentes de financiación con que cuentan las universidades de economías altamente desarrolladas siguen marcando una diferencia clave respecto a las de América Latina.

Por ejemplo, dijo que los mejores salarios de los docentes «es una de las razones obvias por las cuales es más fácil para las universidades en Estados Unidos y el Reino Unido» acumular investigaciones destacadas.

Más allá del dinero

Pero los expertos advierten que hay otros factores más allá del dinero que marcan una diferencia.

Byrne mencionó por ejemplo que las universidades tope, además de tener una larga experiencia acumulada, suelen tener un carácter altamente internacional que atrae a los mejores estudiantes de todo el mundo.

«Es algo que empieza a ocurrir en las primeras instituciones latinoamericanas, pero hasta recientemente el enfoque era más bien doméstico: incrementar la proporción de la población que va a la universidad«, dijo.

Carlos Maneschy, presidente de la Asociación brasileña de dirigentes de instituciones federales de enseñanza superior, sostuvo además que existe una «baja capacidad de interacción con universidades del mundo entero», publica la BBC.

Ese problema se une a un desempeño «muy bajo» en la escuela básica que afecta la calidad universitaria, añadió Maneschy, que también es rector de la Universidad brasileña de Pará, en diálogo con BBC Mundo.

Organización

También hay problemas de gobernabilidad en las universidades latinoamericanas como la UNAM o la UBA, indicó Philip Altbach, director del Centro para la Educación Superior Internacional en el estadounidense Boston College.

A su juicio, esto se remonta a las reformas emprendidas a inicios del siglo XX que democratizaron las instituciones terciarias de la región e incluyeron sistemas de elecciones internas.

«Cuando se eligen rectores, decanos y directores de departamentos, es muy difícil tener una estrategia de la excelencia a largo plazo porque el sistema se politiza por dentro», evaluó y dijo que este problema se une al tamaño excesivo de algunas universidades de la región.

Altbach negó que América Latina haya aprovechado suficientemente su bonanza económica reciente para invertir mejor en educación superior, destacando que muchos docentes aún trabajan a tiempo parcial.

«A menos que los países involucrados hagan cambios en la estructura, finanzas y gobernanza», dijo, «las universidades nunca van a ser muy buenas».

Fuente: BBC