MOSCÚ. Un equipo de científicos rusos y surcoreanos afirma haber avanzado en la búsqueda de una posible clonación de un mamut, tras una investigación criticada por otros especialistas del tema.



El equipo afirma haber descubierto pedazos de tejido de mamut profundamente enterrado en el permafrost de la parte oriental de Siberia que podrían llegar a contener células vivas.

La posible existencia de esas células, tal vez insuficientemente numerosas para lo que se desea realizar, aún tiene que ser confirmada por el laboratorio surcoreano encargado de ello. Además, es considerada muy improbable por numerosos científicos especializados en el estudio de las células.



Sin embargo, Serguei Fiodorov, de la Universidad Federal Nororiental rusa, indicó que el descubrimiento realizado en la región de Yakutia, en el este de Siberia, podría acercarnos a un intento de clonación de un mamut.

«Descubrimos los pedazos de tejido de mamut en el este de Siberia a principios de agosto», dijo Fiodorov a la AFP por teléfono este miércoles.

«Parece que algunas de las células aún tuvieran un núcleo vivo», dijo el científico.

El equipo se esfuerza por obtener credibilidad, en medio de dudas sobre la posibilidad de que algo pueda permanecer vivo durante milenios en el permafrost. No obstante, de así serlo, se podrían intentar clonaciones con el objetivo de recrear animales hoy extinguidos.

Uno de los participantes en la expedición es el surcoreano Hwang Woo-suk, caído en desgracia, tras haber sido considerado culpable por sus colegas de la Universidad de Seúl de falsificar dos «primicias mundiales» en el campo de la clonación terapéutica.

Una de ellas fue la supuesta extracción, en 2004, de una línea de células madre a partir de embriones obtenidos por clonación, a la que siguió, en 2005, un segundo presunto hallazgo aún más importante: la producción de once colonias de células madre. Esos anuncios habían generado grandes esperanzas en el tratamiento del cáncer, la diabetes y el mal de Parkinson.

No obstante, Wang también trabajó en la clonación de animales y logró clonar un perro en agosto de 2005.

Se considera que el mamut se extinguió hace menos de 4.000 años, lo cual coincidió con el surgimiento de la Edad del Bronce en Egipto.

Según un estudio publicado en junio en la revista Nature Communications, varios factores -alza de temperaturas, cambio en la vegetación, expansión de los seres humanos- contribuyeron a la extinción del mamut lanudo.

Sus resultados muestran cómo el mamut de la Beringia (puente terrestre que unía la actual Alaska y Siberia oriental), presentes de manera abundante hasta 45.000 y 30.000 años antes de nuestra era, conocieron un largo declive, enfrentando cambios climáticos, de hábitat y la presencia humana, hasta su desaparición definitiva hace unos 4.000 años.

AFP