Una mujer de Maryland perdió una de sus orejas a causa del cáncer, sin embargo pudo recuperarla gracias a que un grupo de cirujanos de la Universidad Johns Hopkins hizo crecer una nueva oreja en su brazo.



Sherrie Walter, de 42 años y madre de dos hijos, fue diagnosticada con carcinoma basal en 2008, un tipo de cáncer de piel; el cáncer fue combatido con radioterapia y cirugía, y parecía que la mujer estaba curada, pero en 2010 su enfermedad regresó.

En esta ocasión, tuvieron que remover su oreja izquierda, así como su canal auditivo y parte del tejido de su cráneo. Este procedimiento se llevó a cabo en una sola cirugía, que duró 16 horas.



Para disimular la pérdida, los cirujanos ofrecieron a Sherrie una prótesis, sin embargo, como ella había perdido parte de su tejido craneal, la prótesis habría tenido que ser colocada con pegamento.

«No me parecía una buena opción: la idea de tener que pegarme algo todos los días a la cabeza no me hacía sentir bien. Además, podía imaginarme a mis hijos corriendo por la casa gritando ‘¡Tengo la oreja de mamá!’, comentó Sherrie en una entrevista.

Dadas estas circunstancias, los cirujanos de Sherrie tuvieron que pensar en otra posibilidad: crear un nuevo órgano.

Para ello, hacia finales del 2011, el Dr. Patrick Byrne, otorrinolaringólogo de la Universidad Johns Hopkins, y su equipo tomaron cartílago de las costillas de Sherrie y le dieron forma. Luego lo implantaron debajo de la piel de su antebrazo.

«Colocamos la oreja cerca de su muñeca, y la dejamos ahí alrededor de cuatro meses, para que pudiera generar piel y vasos sanguíneos propios», explica el Dr. Byrne.

Según reporta el sitio holadoctor.com En marzo del 2012, el órgano «cultivado» fue removido del brazo y colocado en la cabeza de la paciente; para ello los cirujanos tuvieron que conectar vasos sanguíneos y piel.

«Se trata de mi propia piel y mi propio cartílago; con esta cirugía, mi nueva oreja es mucho más parecida a la que perdí», comentó Sherrie.

No obstante, Sherrie aún tiene que atravesar por un par de cirugías estéticas, para esculpir el órgano y hacerlo parecer más real. Asimismo, la paciente podrá volver a oír gracias a un aparato de audición.

Todo este procedimiento duró cerca de 20 meses y se considera una de las cirugías reconstructivas más complicadas jamás realizadas.