Las mujeres andamos por el mundo conformando gente con la idea de que así vamos a ser queridas. El problema con esto, es que el amor es proporcional al agradecimiento. Pero, es de suponer que los seres humanos, no es privativo de las mujeres, no deseamos ese tipo de retribución. Si de pareja se trata no queremos que sean agradecidos queremos que nos amen apasionadamente.



De acuerdo a lo publicado en el portal eltribuno.info, la periodista Ana von Rebeur se pregunta en su libro “Todas Brujas: las ventajas de ser mala” : ¿Qué hay que hacer para lograr? ¿Que los hombres nos amen enloquecidamente? . Rebeur arribó a la conclusión de que las mujeres que son malas, son las que los hombres más desean… las consideran sexys. Pero la pregunta es: ¿Sólo las mujeres malas son sexys? ¿Acaso las chicas superbuenas como nosotras no somos sexys?

Pero ¿Cuál es el perfil de las chicas malas?



¿Chicas malas o autoestima?

La autora del libro señala algunas características que tienen las que ella llama «chicas malas», aquí van…

-Las malas se tratan bien a sí misma y sienten que tienen derecho a todo lo bueno. Si hay una última porción de torta, advierten: “¿Puede ser para mí? Soy la que más ganas tiene de comerse esto”.

-Se sientan en la mesa del restaurante y eligen el menú por la columna de la izquierda (el plato), y jamás miran la de la derecha (el precio), porque esa es costumbre de perdedoras.

-Una chica mala no pide perdón ni se excusa. Y si mete la pata, se disculpa, pero no da explicaciones por lo que ha hecho.

-Las malas son divertidas. Todos reirán de lo que dice. Pero no se reirán de ella.

-Las malas son ingeniosas porque no se autocensuran: hablan a boca de jarro, no temen quedar mal, y esa es la esencia de su gracia, la misma gracia que tiene la sinceridad de los niños, cuando dicen “mira qué feo” de un cuadro realmente feo, por más famoso que sea el pintor.

-Pueden ser dulces sin ser reblandecidas.

-Pueden ser compasivas sin ser serviles.

-Pueden ser tolerantes, siempre y cuando no esperes que toleren cosas que las incomodan.

-Son exigentes con los demás y consigo mismas y sacan los mejor de cada persona, porque todos se esfuerzan en caerles bien, aunque sea porque les temen.

-Las malas sostienen sus principios, sin importarle que los demás opinen como ellas o no.

-Son independientes, sabias, inteligentes y no temen mostrarse fuertes. Es más, ¡Lo que más les gusta es mostrarse fuertes!

-Les importa mucho más ser respetadas que ser amadas. Y no paran hasta conseguirlo.

-Las mujeres malas saben que no hay límites ni trabas. Los obstáculos están para sortearlos. Los sueños, para cumplirlos.

Ahora mujeres, pongámonos a pensar lo que la autora del libro está planteando no es ser una chica mala. Simplemente se trata de tener autoestima. Cualidad que muchas mujeres creemos que es pecado tener, y que la falsa humildad y la bondad a regañadientes es políticamente correcta.

No es así… y no se trata de ser mala, se trata de ser buenas y consideradas con nosotras mismas, se trata de tener autoestima… y esto hace que los demás se den cuenta que estamos y que valemos.