Se trata de un cura dedicado a hacer el bien. Esta particularidad es la que defienden sus seguidores en Italia, destacando el trabajo de Andrea Gallo con los más pobres, las víctimas de tratas, los trabajadores sexuales y las personas homosexuales que enfrentan la discriminación.



Sus palabras le han acarreado tantos seguidores como detractores. Y es que afirma que la homosexualidad “es un don de Dios” y que es falso que el matrimonio heterosexual sea “la única forma natural de familia”. Los que se oponen al matrimonio igualitario “están mal por dentro”, sentenció el religioso.

En ese sentido, plantea en las distintas charlas y manifestaciones de diversidad sexual de las que participa, que “no puede haber una auténtica democracia si no se reconocen los derechos de todos”.



Desde la década del ’70 que Andrea Gallo viene trabajando en favor de los marginados, siendo uno de los primeros curas en declararse a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, llegando incluso a rezar para que un joven gay encuentre el hombre de su vida, según recogió el sitio biobiochile y Dos Manzanas de Il Secolo XIX.